LA DESACELERACIÓN CHINA
Fuente: “Portafolio.com”
5 de agosto
de 2012
Varias
economías de América Latina verán afectado su crecimiento por la desaceleración
de China. El país asiático es el principal destino de las exportaciones de
Brasil, Chile y Perú.
Latinoamérica,
que ha desarrollado una peligrosa dependencia de la voracidad de China por las
materias primas, ahora se enfrenta al daño que puede ocasionar un enfriamiento
de la economía del gigante asiático.
Las exportaciones a China de algunas de
las principales economías de América Latina -Brasil, Colombia, Chile y Perú- se
han duplicado en valor desde el 2001.
Actualmente,
China es el principal destino para las exportaciones de todos esos países, con
excepción de Colombia. El crecimiento del gigante asiático ha contribuido a
trazar un nuevo mapa económico de la región, impulsando el cultivo de la soja
en la remota zona centro-oeste de Brasil, planes para un nuevo enlace
ferroviario en Colombia que rivalice con el Canal de Panamá e, incluso, un
nuevo emplazamiento en un pueblo peruano en los Andes para instalar a la minera
Chinalco.
Pero
las exportaciones directas a China por un valor de 90.000 millones de dólares
son solo parte de la historia. A medida que América Latina se apura en producir
los combustibles, minerales y metales que demandan las fábricas chinas, crece
también su dependencia de la segunda economía mundial.
“Si se desacelera la economía de China, vamos
a ver un impacto fuerte, primero en los precios y después en los volúmenes”,
dijo Carlos González, jefe de estudios económicos de la Asociación de
Exportadores (Adex) de Perú. “Un 97 por
ciento de nuestras ventas a China son minerales. Como las mineras son las
compañías que pagan más impuestos en Perú, aún los programas sociales serían
afectados”, añadió.
Las
materias primas suponen más de un 60 por ciento de las exportaciones de las
principales economías de América Latina, excluyendo a México, y la
desaceleración del crecimiento chino ya ha socavado los precios de los
productos básicos, afectando potencialmente, también, a países como Venezuela y
Argentina.
Desde
el 2001, cuando China ingresó a la Organización Mundial de Comercio e irrumpió
en el escenario económico global, el porcentaje de exportaciones que envía
Chile al país asiático se ha cuadruplicado a un 22,8 por ciento del total,
mientras que las de Brasil a China se han quintuplicado a un 17,3 por ciento.
“Durante los últimos cinco años, América
Latina ha disfrutado de una transferencia de ingresos muy grande (...) ya que
los precios de las exportaciones han subido enormemente”, dijo John Welch,
estratega para América Latina de CIBC.
“Y se contraerán de la misma forma”.Hay
indicios de que eso ya está ocurriendo. La tasa de crecimiento de los envíos de
Brasil a China se redujo en más de la mitad en los seis primeros meses del
2012, según datos de comercio oficiales chinos. La ralentización de las
importaciones de cobre por parte del mayor consumidor mundial del metal -la
principal exportación de Chile y la tercera mayor de Perú- ayudó a deprimir sus
precios a un mínimo de seis meses en junio.
El
índice referencial de precios de materias primas Thomson Reuters-Jefferies CRB
cayó a su nivel más bajo desde septiembre del 201La baja en la demanda y la
tendencia a la baja de los precios, que se inició en febrero, se sintió
rápidamente.
En abril y mayo, Perú reportó sus primeros déficits comerciales en
más de tres años, mientras en Chile, los ingresos por exportaciones de cobre
cayeron en mayo y junio.
La
agencia de calificación Fitch dice que la expansión económica de China de un 8
por ciento este año recortaría un promedio de 1,5 puntos porcentuales el
crecimiento de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Venezuela y Uruguay.
EN
PICADA,
EXPORTACIONES DE MANUFACTURAS
En un
desglose del comercio con China, economistas de Bank of America Merrill Lynch
encontraron que las exportaciones de la mayoría de los países de América Latina
se concentran en unos cuantos productos primarios, como el cobre de Chile y las
oleaginosas de Argentina.
Esos
productos, además, son más volátiles en sus precios que los productos
industriales, que están disminuyendo como porcentaje de ingresos por
exportación.Desde el 2001, las exportaciones de artículos manufacturados se ha
reducido dentro del total de exportaciones de las siete principales economías
de Latinoamérica porque los combustibles y productos mineros han vivido un
auge.
Según
datos de la OMC, los bienes manufacturados brasileños se contabilizaron como
más de la mitad de sus exportaciones del 2001, pero solo representaron un 35
por ciento en el 2010.
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