CON “AMIGOS” SEMEJANTES...
Escribe
MAHDI
DARIUS
NAZEMROAYA(*)
Fuente
“Global Research”
Publicó “Rebelión”
Tradujo: German Leyens
(*) MAHDI
DARIUS NAZEMROAYA es sociólogo e
investigador asociado del Centre for Research on Globalization (CRG), en
Montreal. Especializado en Oriente Próximo y Asia Central. Invitado en las
discusiones sobre Oriente Medio en programas y redes internacionales (Al
Jazeera, Press TV ,Russia Today). Desde Libia campaña
de la OTAN, informando para
varias Cadenas. Corresponsal de Flashpoints, (Berkeley, California). Sus
artículos se han publicado en más de diez idiomas.
Todo el
que haya estudiado cómo trabajaron EE.UU. y la OTAN para derribar la Jamahiriya
en Libia sabe que EE.UU. ha tratado de reproducir el mismo mecanismo de cambio
de régimen en Siria.
La
formación de grupos de contacto multilaterales en apoyo a oposiciones por
encargo ha sido crucial en este proceso. Lo que la mayoría de la gente ignora
es que la industria de los grupos de contacto de los estadounidenses comenzó en
Somalia.
2006
fue un año crítico para Somalia, porque hacia finales parecía que el país
africano desgarrado por la guerra iba a estabilizarse después de décadas de
guerra civil. Las regiones autónomas del norte de Somalia, Puntlandia y
Somalilandia, habían sido gobernadas de un modo relativamente pacífico. El sur,
sin embargo, había presenciado continuos combates desde 1991.
La
Unión de Tribunales Islámicos (ICU) derrotó a la mayoría de los señores de la
guerra y unió la mayor parte del sur bajo su régimen, logrando establecer la
ley y el orden. También se desarrollaban conversaciones de paz para unir
Somalia. Había muchas esperanzas de que estuviera a punto de comenzar un
período de paz relativa en 2007.
Entonces
EE.UU. y su aliado regional Etiopía iniciaron grandes hostilidades el 20 de
diciembre de 2006. El general John Abizaid, el comandante del CENTCOM que
dirigía las guerras de Irak y Afganistán ocupado por la OTAN, visitó Etiopía
unas tres semanas antes para celebrar una reunión de bajo perfil con el primer
ministro Meles Zenawi el 4 de diciembre.
Los dos
planificaron lo que se convertiría en la invasión de Somalia por parte de
EE.UU. y Etiopía. Aviones de guerra de EE.UU., barcos, inteligencia y unidades
de las fuerzas especiales participaron en la guerra mientras los etíopes
enviaban la masa de la fuerza terrestre para combatir a la ICU.
Para
justificar la invasión EE.UU. invocó la Guerra Global contra el Terror y acusó
a la ICU de pertenecer a al Qaida.
Como
resultado de la invasión estadounidense-etíope la ICU cayó en la
desorganización y emergió un vacío de poder. El Gobierno Federal de Transición
Somalí (STFG) un grupo extranjero opositor apoyado por EE.UU. que se
autoproclamó gobierno legítimo de Somalia, vino de fuera para tomar el lugar de
la ICU. ¿Suena familiar? Así es.
Es
esencialmente lo que sucedería –a mayor escala y con una oposición armada– en
Libia cuatro años después cuando la OTAN introdujo el Consejo Nacional de
Transición (CNT). También es lo que EE.UU., la OTAN, y los petro-regímenes de
jeques árabes quieren hacer en Siria mediante el Consejo Nacional Sirio (CNS).
El
estatus de Somalia como Estado dividido, sin ley e inestable, ha sido el modelo
para la actual Libia dividida y sin ley y lo que EE.UU. tiene previsto para una
Siria enfangada en la guerra civil, al estilo de Líbano entre 1975 y 1990.
Entra en juego la "somalización".
EE.UU.
y la OTAN también han jugado un papel en la emergencia del fenómeno de los
piratas que ha convertido el Golfo de Adén en una “zona de piratas”. Cuando
vieron que los barcos extranjeros saqueaban las pesquerías de Somalia y
mientras tanto las corporaciones extranjeras vertían toxinas letales frente a
las costas de Somalia, los pescadores locales desesperados se convirtieron en
piratas armados.
La
destrucción de la economía libia también creó una clase de desocupados armados
que ahora se exportan a la a la "McYihad" estadounidense en Siria, ¿y
luego quizás a Argelia, Líbano, Baluchistán iraní, Xinjiang de China o el
Distrito Federal del Norte del Cáucaso de Rusia?
En
Somalia, varios países africanos planificaban enviar un contingente
multinacional respaldado por EE.UU., pero fueron frustrados en junio de 2006
cuando la ICU tomó el pleno control de Mogadiscio. Fue en ese momento cuando
EE.UU. y sus aliados formaron su “modelo” de cambio de régimen con el Grupo de
Contacto Somalia.
El
Grupo Contacto Somalia otorgó una apariencia de legitimidad internacional a los
rivales del STFG del gobierno de la ICU y a la intervención extranjera. ¿Suena
cada vez más familiar? Ese “grupo de contacto” se convirtió en la base del
Grupo de Contacto Libia (Amigos de Libia) dominado por la OTAN, creado en 2011,
que impuso el CNT mediante la “diplomacia de los misiles” en Trípoli y después
el Grupo de Contacto Siria (Amigos del Pueblo Sirio) creado en 2012 para
imponer el CNS en Damasco.
La
industria estadounidense de grupos de contacto ha impuesto de modo
antidemocrático clientes colaboracionistas basados en el extranjero a Estados
en los cuales la cábala atlantista de "OTANistán" tiene un interés
estratégico o económico en expandir su influencia. Todos los sospechosos
habituales han estado involucrados.
Aparte
de EE.UU., los miembros del Grupo de Contacto Somalia incluyeron al Reino
Unido, la UE, Italia, Noruega y Suecia. La OTAN se sumó en junio de 2009, para
asegurar su papel militar en Somalia y en las aguas del Cuerno de África. Todos
estos protagonistas tuvieron estelares papeles recurrentes en Libia.
Ahora tratan de recrear el mismo escenario en
Siria sobre el fondo de una insurgencia armada y supervisada por el extranjero
que ha estado atacando deliberadamente a los civiles para allanar el camino al
intervencionismo.
En
Somalia se desplegaron fuerzas de la Unión Africana bajo supervisión de la OTAN
con la misión primordial de proteger al STFG, tal como la OTAN hizo la guardia
mientras instituciones subordinadas al extranjero se establecían en Afganistán,
Bosnia, Kosovo, y ahora Libia.
La
agenda del STFG fue fijada por EE.UU. para “reconstruir las instituciones y la
economía de Somalia” con la ayuda de los denominados “expertos extranjeros”. El
programa es el mismo para el CNS y el CNT dominados por la Hermandad Musulmana.
El CNT ha privatizado los activos de Libia y ha desviado su riqueza bajo la
administración del economista neoliberal libio-estadounidense, convertido en
“ministro de petróleo y finanzas”, Ali Tarhouni. El petróleo de Libia ya no
está en manos de los libios, los cuales ahora están demasiado ocupados
combatiendo unos contra otros con lanzagranadas, chalecos antibalas y rifles de
infantería ligera por cortesía de la OTAN.
En
Somalia y Libia lo que ha reemplazado a la ICU y a la Jamahiriya es un estado
interminable de “transición” y enclaves de burócratas vinculados a Washington,
Bruselas, el FMI, y el Banco Mundial y protegidos por ellos, aislados de la
violenta realidad de sus países.
Aparte
de esas oficinas burocráticas, el Estado de derecho se ha derrumbado y las
calles están dominadas por milicias y matones. El Grupo Libio de Combate
Islámico (LIFG) se apoderó de Libia y el Shaabab se desencadenó en Somalia,
ambos con la ayuda de combatientes extranjeros. Es el futuro que espera a la
República Árabe Siria si Hillary “Bombardeadlos” Clinton y Obama logran
instalar el CNS.
Podemos
echar un vistazo previo desde las calles destruidas de Alepo al paisaje marcado
del campo de Damasco, la persecución de minorías sirias, la profanación de
iglesias, el asesinato de funcionarios públicos sirios, las ejecuciones
extrajudiciales de partidarios del gobierno, el éxodo de profesionales sirios,
el secuestro y asesinato de periodistas, los atentados terroristas contra
centros civiles, el asesinato de doctores y el secuestro de extranjeros que han
tenido lugar bajo el Ejército Libre Sirio.
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