Escribe
JAVIER MONTENEGRO Fuente “CUBA DEBATE” 12 de febrero 2013
Llevo
varias semanas pensando en la última película de Batman, dirigida por Christopher
Nolan. Hay crisis. Ciudad Gótica no es la excepción. Nolan oculta detrás de su magnífica dirección, un gran elenco, la
espectacular fotografía, los efectos especiales y un guión bastante sólido (a
pesar de la duración) todo un discurso que reafirma la necesidad de que el
poder esté en manos de unos pocos. Entre toda la introspección de Batman (el
único superhéroe que puede tener películas decentes gracias a su profundidad
sicológica) y los numerosos guiños de la cinta nos tragamos el anzuelo.
Pero a quién le importa, en Cuba no hay movimientos sociales fuertes contra el
gobierno, así que me limito a disfrutar una excelente película de la industria;
“esa inyección a mí no me llega”. Hollywood
se especializa en complacer a las masas, ¿Por
qué no darle al público lo que quiere? ¿Por qué Jhonny Deep no puede ser
Enigma? ¿Qué no existen efectos especiales sobrados para crear un Pingüino
grotesco? La respuesta es Bane: la representación del 99% que exige justicia y
a quien se debe apaciguar. Batman, el hombre del 1%. Gatúbela en plan
buena onda y Bane, un villano nacido en 1993 y con un no tan grueso archivo
criminal fueron los elegidos.
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