lunes, 11 de febrero de 2013

DESDE AÑOS ATRÁS SE DICE QUE SE TRATA DE UN SÓRDIDO LUGAR DE TRATA DE BLANCAS, PROSTITUCIÓN Y NARCOTRÁFICO. DE AHÍ A AÑADIRLE TERRORISMO HAY UN SOLO PASO.

BIGELOW EN LA TRIPLE FRONTERA

Escribe JOSÉ PABLO FEINMANN (*) Fuente "Pagina 12" Buenos Aires 10 de febrero 2013

(*)JOSÉ PABLO FEINMANN (Buenos Aires, 1943) es un filósofo, docente, escritor, ensayista, guionista y conductor de radio y televisión argentino. Licenciado en Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, trabajó en ella hasta 1974 como profesor de esa materia.

(*) KATHRYN BIGELOW - A los 61 años, la primera mujer ganadora del Oscar como realizadora -por “Vivir al límite”- retrata en “La noche más oscura”, que se estrena el- Es la más dura de Hollywood. creadora de la polémica cinta sobre la muerte de Bin Laden.

Las potencias deben tener controles sobre territorios que suponen sospechosos de cobijar terroristas. Ignoramos cuántas bases tiene EE.UU. por el mundo. El único modo de saberlo sería acceder a los satélites que miran el planeta y saben hasta dónde guardamos calzoncillos,  revistas pornográficas, o el revólver para matar a los potenciales malvivientes  o suicidarnos. La otra obsesión de EE.UU. es crear bases  y penetrar en continentes que parecieran estarle negados. El ejemplo, en Medio Oriente, es el Estado de Israel, cuya agresiva ala derecha está conducida por Benjamin Netanyahu, actual primer ministro, que nació en Tel Aviv y se educó en Harvard, por eso es como es. En Sudamérica está Colombia y, en manos de ese  socio que es el Reino Unido, las islas Falklands, que nosotros llamamos Malvinas, haciéndolas nuestras al menos desde lo nominativo. Lo que no sabemos de esas islas –de lo que ahí está ocurriendo– es tanto que asusta. Inglaterra las necesita (el Imperio las necesita) pues se requiere tener una base desde donde controlar esa región. Se dice con insistencia que hay ahí cargamento nuclear y ya no es necesario insistir tanto en decirlo porque sí, hay. En esa política de asentamientos colonialistas surge poderoso el tema de la Triple Frontera, codiciado desde hace tiempo por los halcones y las palomas del Imperio, que siempre coinciden en estas cosas. Desde años atrás se “sugiere” que se trata de un sórdido territorio de trata de blancas, prostitución y narcotráfico. De ahí a añadirle a ese cóctel explosivo terroristas hay un solo paso. Ese paso se dio. La Triple Frontera queda así estigmatizada como un abismo de la condición humana, una letrina moral, un espacio de aventuras innobles y –como todo ese tipo de aventuras– fascinantes. Esta es una de las excusas de la distinguida Kathryn Bigelow, célebre propagandista de la tortura a partir de su reciente film Zero Dark Thirty. Bigelow ya tiene el presupuesto para el film en la Triple Frontera.

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