sábado, 23 de febrero de 2013

HAY UNOS 30 O 40 CASOS EN AMÉRICA LATINA CON DOS VARIEDADES PRINCIPALES. UNAS SON LAS APELACIONES AL CONVENIO 169 DE LA OIT, QUE LOS PUEBLOS INDÍGENAS PUEDEN NEGAR SU CONSENTIMIENTO A LA MINERÍA, PLANTACIONES O EXTRACCIÓN DE PETRÓLEO O GAS EN SUS TERRITORIOS

KAÑARIS, EN PERÚ:
REFERENDOS MINEROS LOCALES
  Escribe JOAN MARTÍNEZ ALIER (*) Catedratico. Periodista columnista permanente en “La Jornada” de México. Viernes 22 de febrero 2013.

(*) - JOAN MARTÍNEZ ALIER (Barcelona, España, 1939) es un economista catalán. Es catedrático de Economía e Historia Económica de la Universidad Autónoma. de Barcelona. Es uno de los pioneros y fundadores del ecologismo político, una corriente de académicos y activistas que asegura que “El ecologismo igualitarista enraizará sobre todo entre los desposeídos del mundo…” es un referente no sólo por la totalidad de su trayectoria (y lo prolífico de sus trabajos docentes y científicos) sino especialmente por la dedicación que aporta a la concientización sobre la crisis alimentaria mundial.

En América Latina se ha recurrido a los referendos locales en conflictos mineros. Los precursores fueron Tambogrande, en el norte de Perú, y Esquel, en la Patagonia argentina, en 2002 y 2003. Aunque no se reconociera la validez jurídica de tales referendos, fueron efectivos para parar los proyectos auríferos. "Agro sí, mina no", se dijo en Tambogrande, un valle irrigado de la costa peruana. Otras consignas fueron: "Vida sí, mina no", "Agua sí, oro no". Los ejemplos de Tambogrande y Esquel fueron propagados por videos y apoyados por redes como el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) y por la página web nacida en Esquel "No a la Mina". No son casos NIMBY ( not in my backyard), sino manifestaciones del ecologismo popular e indígena, expresiones locales del movimiento global de justicia ambiental. Ante la inhibición de las autoridades frente a las protestas, ante su aceptación de sobornos ofrecidos por las compañías mineras, se levanta un sentimiento de orgullosa democracia local, a veces reforzada por sentimientos de identidad indígena. No se usa (solamente) la acción directa, las marchas y corte de rutas, sino la consulta local. Así, en junio de 2012 hubo un referendo en Loncopué (Neuquén, Argentina); ganó con 84 por ciento la iniciativa contraria a la minería a cielo abierto. Hay unos 30 o 40 casos en América Latina bien documentados, con dos variedades principales. Unas son las consultas que apelan al Convenio 169 de la OIT, que dice que los pueblos indígenas pueden negar su consentimiento a la minería, plantaciones o extracción de petróleo o gas en sus territorios. En otros casos, son ciudadanos sin más (como en Perú, en el caso de Islay, en Arequipa) quienes organizan referendos siguiendo los precedentes de Tambogrande y Esquel. Una tercera vía es que el Estado pida un referendo local, como podría ocurrir en Uruguay con el proyecto Aratirí de minería de hierro (http://ec.europa.eu/research/social-sciences/pdf/policy-briefs-engov-01-2013_es.pdf ).

No hay comentarios: