REFERENDOS
MINEROS LOCALES
Escribe
JOAN MARTÍNEZ ALIER (*) Catedratico. Periodista columnista permanente en “La
Jornada” de México. Viernes 22 de febrero 2013.
(*) - JOAN MARTÍNEZ
ALIER (Barcelona,
España, 1939) es un economista catalán. Es catedrático de Economía e Historia
Económica de la Universidad Autónoma. de Barcelona. Es uno de los pioneros y fundadores
del ecologismo político, una corriente de académicos y activistas que asegura
que “El ecologismo igualitarista enraizará sobre todo entre los desposeídos del
mundo…” es un referente no sólo
por la totalidad de su trayectoria (y lo prolífico de sus trabajos docentes y
científicos) sino especialmente por la dedicación que aporta a la concientización sobre
la crisis alimentaria mundial.
En
América Latina se ha recurrido a los referendos locales en conflictos mineros.
Los precursores fueron Tambogrande, en el norte de Perú, y Esquel, en la
Patagonia argentina, en 2002 y 2003. Aunque
no se reconociera la validez jurídica de tales referendos, fueron efectivos
para parar los proyectos auríferos. "Agro sí, mina no", se dijo en
Tambogrande, un valle irrigado de la costa peruana. Otras consignas fueron:
"Vida sí, mina no", "Agua sí, oro no". Los ejemplos de
Tambogrande y Esquel fueron propagados por videos y apoyados por redes como el
Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) y por la página
web nacida en Esquel "No a la Mina". No son casos NIMBY ( not
in my backyard), sino manifestaciones del ecologismo popular e indígena,
expresiones locales del movimiento global de justicia ambiental. Ante la
inhibición de las autoridades frente a las protestas, ante su aceptación de
sobornos ofrecidos por las compañías mineras, se levanta un sentimiento de
orgullosa democracia local, a veces reforzada por sentimientos de identidad
indígena. No se usa (solamente) la
acción directa, las marchas y corte de rutas, sino la consulta local. Así, en
junio de 2012 hubo un referendo en Loncopué (Neuquén, Argentina); ganó con 84
por ciento la iniciativa contraria a la minería a cielo abierto. Hay
unos 30 o 40 casos en América Latina bien documentados, con dos variedades
principales. Unas son las consultas que apelan al Convenio 169 de la OIT, que
dice que los pueblos indígenas pueden negar su consentimiento a la minería,
plantaciones o extracción de petróleo o gas en sus territorios. En otros casos, son ciudadanos sin más
(como en Perú, en el caso de Islay, en Arequipa) quienes organizan referendos
siguiendo los precedentes de Tambogrande y Esquel. Una tercera vía es que el
Estado pida un referendo local, como podría ocurrir en Uruguay con el proyecto
Aratirí de minería de hierro (http://ec.europa.eu/research/social-sciences/pdf/policy-briefs-engov-01-2013_es.pdf ).
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