¿RAZÓN DE LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI?
Escribe
LEONARDO BOFF (*) lboff@leonardoboff.com Viernes 9 de marzo 2013
(*)LEONARDO BOFF (BRASIL)Teologo, filósofo y
escritor Es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación.En 1985, la
Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (hoy Papa) le
silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder”, que criticaba
la Doctrina de la Iglesia . Es profesor de, ética y filosofía en Brasil.
Conferencista en muchas universidades , como Heidelberg, Harvard, Salamanca,
Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros,
traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio
Right Livelihood
Siempre
es arriesgado nombrar a un teólogo para la función de papa. Él puede hacer de su teología particular
la teología universal de la Iglesia e imponerla a todo el mundo. Sospecho que
este ha sido el caso de Benedicto XVI, primero como cardenal, nombrado Prefecto
de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex-Inquisición) y después como Papa.
Tal hecho no goza de legitimidad y se transforma en fuente de
condenaciones injustas. Efectivamente condenó a más de cien teólogos y teólogas
por no encuadrarse en su lectura teológica de la Iglesia y del mundo. Las
tesis centrales de su teología siempre fueron problemáticas para la comunidad
teológica. Tres de ellas acabaron siendo refutadas por los hechos: el concepto
de Iglesia como un «pequeño mundo reconciliado»; que la Ciudad de los
Hombres sólo adquiere valor delante de Dios pasando por la mediación de la
Ciudad de Dios, y el famoso «subsistit» que significa: sólo en la Iglesia
católica subsiste la verdadera Iglesia de Cristo, todas las otras Iglesias no
se pueden llamar Iglesias. Esta
concepción estrecha de una inteligencia aguda pero rehén de sí misma, no tenía
la suficiente fuerza intrínseca ni la adhesión necesaria para ser implementada.
¿Benedicto habría reconocido el colapso y coherentemente renunciado? Hay
razones para esta hipótesis. Estas tres tesis centrales han sido
refutadas por los hechos: dentro del
«pequeño mundo reconciliado» hay demasiados pedófilos hasta entre los
cardenales, y ladrones de dineros del Banco Vaticano. La segunda, que la Ciudad
de los Hombres no tiene densidad salvadora delante de Dios, se construye sobre
un error al restringir la acción de la Ciudad de Dios solamente al campo de la
Iglesia. Dentro de la Ciudad de los Hombres se encuentra también la
Ciudad de Dios, no bajo forma de
conciencia religiosa sino bajo forma de ética y de valores humanitarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario