martes, 26 de marzo de 2013

EL DERECHO DE LOS CIUDADANOS A TENER ARMAS, ESTÁ GARANTIZADO POR LA CONSTITUCIÓN.

AMERICAN CURIOS
NOTICIAS DESDE EL MANICOMIO

Escribe DAVID BROOKS (*) Corresponsal en EE UU de  “La Jornada”
de México Lunes 25 de marzo 2013

 (*) DAVID BROOKS (Toronto, 11 de agosto de 1961), periodista canadiense-estadounidense especializado en política. Columnista del New York Times  y PBS, NYT entre otras Agencias..  Ha sido redactor jefe del Weekly Standard y colaborador en Newsweek y Atlantic .Corresponsal en Estados Unidos de “La Jornada” de México. Entre varios otros medios Autor del bestseller “The Social Animal” (“El animal social”)

Hay semanas en las que uno no puede reportar desde Estados Unidos de manera racional lo que con frecuencia es, objetivamente, un mosaico de locuras. Si uno logra hacerlo, cabe sospechar que fue posible porque uno acabó convirtiéndose en un interno más del manicomio. Desde adentro, insisten, todo tiene una explicación lógica. Pero eso a veces sólo comprueba que están locos. Por ejemplo, entre las principales noticias de los últimos días destaca el anuncio de líderes del
Congreso de que ya no contemplan prohibir las "armas de asalto", lo que no es nada menos que un arma de guerra, en el proyecto de ley para imponer un mayor control de armas de fuego. La razón: no hay suficiente apoyo entre los legisladores. De hecho, según una encuesta de CNN, el apoyo público a controles más estrictos sobre las armas se ha desplomado de 52 a 43 por ciento desde la matanza de Newtown. El derecho de los ciudadanos a tener armas, se argumenta aquí, está garantizado por la Constitución. Desde la lógica dentro del manicomio, algunos alegan algo que suena casi revolucionario: que los ciudadanos tienen el derecho de armarse no sólo para protegerse de los "malos" que andan por ahí, sino del propio gobierno y sus posibles abusos de los derechos de los ciudadanos, como, por ejemplo, se constata en los intentos por quitarles las armas. Súplicas de los padres de 20 niños asesinados en Newtown tan sólo hace tres meses, así como las de una representante federal cuya carrera fue anulada por una bala en la cabeza disparada por un loco armado; el envío por redes sociales de una de las imágenes más impactantes de esta semana –los lentes de John Lennon aún manchados de sangre– con el mensaje de su viuda Yoko Ono de que "más de un millón 57 mil personas han muerto por armas de fuego en Estados Unidos desde que John Lennon fue baleado y muerto el 8 de diciembre de 1980", Todos estos mensajes racionales y hechos a favor de imponer controles severos sobre las armas se estrellan contra la dinámica del manicomio oficial. Pero la vergüenza no parece molestar a un Congreso que cuenta con una tasa de aprobación publica de sólo 12 por ciento.
 

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