viernes, 22 de marzo de 2013

LA CRISIS ECONÓMICA DE LA UNIÓN EUROPEA VISTA DESDE LATINOAMÉRICA

LO QUE EN VERDAD BUSCA LA TROIKA

Escribe  XAVIER CAÑO TAMAYO (*) Fuente Red Voltaire - http://www.voltairenet.org/  Ciudad de México (México) - 21 de marzo de 2013

(*) XAVIER CAÑO TAMAYO es periodista y escritor. Forma parte de la Agencia de Información Solidaria (AIS) es un servicio de información gratuito de la ONG. Integra el Centro de Colaboraciones Estrella digital. Especialista en temas de America Latina y Tercer Mundo;colabora en diversos medios.

A pesar de los miles de millones de euros ya desembolsados… para salvar la banca, la crisis que estremece las economías de la Unión Europea no mengua ni por asomo. ¿O no sería más justo denominarla estafa? Europa va de mal en peor y hasta Alemania ve las orejas al lobo con el frenazo en sus exportaciones. En España, el incremento del IVA [el impuesto sobre el valor añadido] ha sido letal para el consumo interno. Como mortales son también las rebajas de los sueldos de los empleados públicos, los despidos, la congelación de las pensiones y los recortes en prestaciones para desempleados, que alcanzan ahora un 26%. Mientras, la seguridad social pierde y pierde afiliados y cotizaciones mes tras mes. En Portugal, se consolida la tendencia al pago de una serie de servicios de la salud pública, lo cual hace muy vulnerable a la ciudadanía, mientras que otra reforma laboral abarata más el despido y el alza de los impuestos empobrece más a la ciudadanía común (no a los ricos). Todas esas medidas, a las que se agrega la privatización de diversas empresas públicas, son puro saqueo. ¿Y qué decir de Grecia? El propio Olivier Blanchard, economista-jefe del FMI, ha reconocido que es un error recomendar, sin matices, recortes presupuestarios a los gobiernos europeos En 1953, sólo 4 años después de su fundación, la República Federal de Alemania se hundía bajo el peso de sus deudas y amenazaba con arrastrar en su derrumbe a los demás naciones europeas. En aquel entonces, los 21 países acreedores de la RFA se reunieron en Londres y decidieron ajustar sus exigencias a la capacidad de pago del país deudor. Redujeron la deuda acumulada en un 60% y concedieron una moratoria de 5 años más un aplazamiento de 30 años para reembolsarla y, además, incluyeron en los acuerdos una cláusula de desarrollo que establecía que el país deudor –recordemos que se trataba de la República Federal de Alemania– dedicaría al pago de la deuda sólo la vigésima parte de sus ingresos por concepto de exportaciones. ¿Por qué Europa no actúa hoy de la misma manera?

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