sábado, 20 de abril de 2013

CAPRILES IRRESPONSABLEMENTE, CASI DE MODO HISTÉRICO, LANZÓ A SUS PARTIDARIOS A LAS CALLES

GANAR Y PERDER EN DEMOCRACIA

Escribe JORGE GÓMEZ BARATA (*) Fuente:  ARGENPRESS.info – 19 de abril 2013


 (*) JORGE GÓMEZ BARATA- Profesor, escritor, historiador, investigador y periodista cubano- Vive en La Habana- autor de numerosos estudios sobre EEUU.  Especializado en temas de política internacional. Colaborador habitual en los principales medios de prensa, latinoamericanos y extranjeros. Ha dicho que “En todas las esferas del saber y de la práctica social, incluyendo la economía, la verdad es siempre sencilla, ...”

Los conservadores y con más razón la socialdemocracia europea, habituados a ganar y perder elecciones frente a los socialistas desde finales del siglo XIX y estos a asumir derrotas con altura, deben estar perplejos ante la reacción de la derecha venezolana. Los muertos que en 15 años no pudieron achacarse a la gestión del presidente Chávez, los ha cosechado la oposición. En 48 horas ocurrieron en Venezuela más muertos que durante la reversión del socialismo en la Unión Soviética y Europa Oriental. Al margen de que la legislación venezolana incluye salvaguardas para impugnaciones y reclamaciones de carácter electoral, la forma primitiva y violenta escogida por el liderazgo opositor para manifestar su descontento y los blancos seleccionados para ejercerlo: centros de salud, domicilios particulares y dependencias comunales, descalifican sus
opciones. Aunque sin haber logrado la presidencia, una opción maximalista que no siempre la oposición consigue, Henrique Capriles obtuvo resultados electorales que lo instalan en el proceso político local como principal fuerza opositora, posición desde la cual cualquier político medianamente inteligente, podía haberse construido un liderazgo eficaz. Por el contrario el liderazgo bolivariano, desenvolviéndose con serenidad y altura, se aplicó al trabajo, poniendo todos los asuntos en debate en manos de las instituciones competentes: el Consejo Nacional Electoral, la Fiscalía y las instancias judiciales, incluyendo al Tribunal Supremo, desplegaron con prontitud su actividad y cumplieron la función social asignada. Otra vez el Estado venezolano construido por Chávez se mostró solvente.

No hay comentarios: