martes, 28 de mayo de 2013

“TERRACIDIO” Y “TERRARISTAS”: DESTRUYENDO EL PLANETA

LA EMPRESA 
MÁS CRIMINAL DE LA HISTORIA

Escribe 
TOM ENGELHARDT (*) 
Fuente TOMDISPATCH
 Publicó “Rebelión” 
Traducido del inglés por Sinfo Fernández 
 27 de mayo 2013

(*)TOM ENGELHARDT – Escritor. Periodista.  Cofundador del American Empire Project. Se graduó de la Universidad de Yale . Ha sido editor durante más de treinta años, trabajando en el libro y la publicación de noticias. En el pasado   de Pantheon Books donde editó libros como Maus de Art Spiegelman. Actualmente es editor consultor de la Metropolitan Books. Profesor en la Escuela de Graduados de Periodismo de la Universidad de California, Berkeley,

Contamos con una palabra para designar la matanza consciente de un grupo racial étnico: genocidio. Y otra para la destrucción consciente de determinados aspectos del medio ambiente: ecocidio. Pero no tenemos un término para designar el acto consciente de destruir el planeta que habitamos, el mundo que la humanidad ha conocido, hablando históricamente, hasta ayer por la noche. Una posibilidad podría ser “terracidio”, de la palabra latina terra, que designa el planeta tierra. Encaja bien, dada su similitud con el peligroso tópico de nuestra era: terrorista. Sí, lo sé, el 11-S fue algo horrendo. Casi 3.000 muertos, torres de hormigón que se desploman, escenas apocalípticas. E n el caso de los terraristas -y aquí me estoy refiriendo a los hombres que están al frente de las corporaciones más rentables del planeta, como ExxonMobi
l, Chevron, ConocoPhillips, BP y Shell, Vd. es uno de los que van a tener que pagar por ello, y más aún sus hijos y nietos. Y ya puede dar algo por sentado: ni un solo terrarista va a ir a la cárcel, aunque saben perfectamente lo que están haciendo. No es muy difícil de comprender. En los últimos años, las empresas han estado extrayendo de la tierra combustibles fósiles de forma cada vez más frenética e ingeniosa. La quema de esos combustibles produjo cantidades record de dióxido de carbono (CO2).  Llámenlo ironía, si quieren, o llámenlo pesadilla, pero las Grandes del Petróleo no tienen evidentemente reparos en obtener su próxima tanda de beneficios directamente del deshielo del planeta. Sus altos ejecutivos continúan planificando sus futuros (y, por tanto, los nuestros), a sabiendas de que sus actos, tan extremadamente rentables, están destruyendo el hábitat mismo, la escala misma de temperaturas que desde hace tanto tiempo hicieron que la vida resultara cómoda para la humanidad.
¿Y qué hicieron? Poner su dinero a financiar think tanks, políticos, fundaciones y activistas con la intención de acentuar las "dudas" sobre la ciencia.  Promovieron “el negacionismo climático”. Enviaron a sus  lobbistas y dinero al sistema político para asegurar que no interfiriera en sus modos de saqueo. Y, mientras tanto, redoblaron sus esfuerzos para obtener en la Tierra energía aún más difícil y en ocasiones “más sucia” por medios cada vez más arduos y más sucios.

No hay comentarios: