domingo, 23 de junio de 2013

EN LA ACTUALIDAD HAY 3.125 PERSONAS CONDENADAS A MUERTE EN EL PAÍS,

HELEN PREJEAN: 
UNA VIDA DEDICADA A 
LOS CONDENADOS A MUERTE

Escribe  
AMY GOODMAN (*) Democracy Now! http://www.democracynow.org/  
23 de junio 2013

 (*) AMY GOODMAN Locutora, periodista y escritora progresista de EE UU. Egresada de Harvard University en 1984, Fundo”Democracy Now” noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur. Traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español.

Hace treinta años, le pidieron a una monja católica que trabajaba en un barrio pobre de Nueva Orleáns si podía ser amiga por correspondencia de un prisionero condenado a muerte. La hermana
Helen Prejean
Helen Prejean accedió al pedido, y su vida cambió para siempre, al igual el debate sobre la pena capital en Estados Unidos.
Su experiencia sirvió de inspiración para la publicación de su primer libro, titulado Dead Man Walking: An Eyewitness Account of the Death Penalty in the United States (publicado en español con el título: Pena de Muerte), que acaba de ser reeditado con motivo de su vigésimo aniversario. Cualquiera puede escribir lindas cartas pero nunca antes había hablado con un homicida. Pensaba: ‘¿Será humano? Y cuando vi su rostro, era tan humano que quedé perpleja. En ese momento me di cuenta de que más allá de lo que él haya hecho, valía más que el peor de sus actos. Y ahí comenzó la travesía”. Se realizó una película basada en el libro, dirigida por Tim Robbins, con la actuación de Susan Sarandon en el papel de Helen Prejean y de Sean Pean en el personaje de Matthew Poncelet, un híbrido entre Sonnier y Williams. Sarandon ganó el Oscar a mejor actriz por su interpretación, y la película sirvió para reavivar
el debate sobre la pena de muerte. En la actualidad hay 3.125 personas condenadas a muerte en el país, a pesar de que los opositores a la pena capital continúan logrando avances. Maryland ha sido el último estado en abolirla. Tras la aprobación de la ley, el gobernador del estado, Martin O’Malley, escribió: “Hay pruebas que demuestran que la pena de muerte no funciona como disuasivo, no puede ser aplicada sin prejuicios raciales y cuesta tres veces más que la cadena perpetua sin libertad condicional. Y, lo que es peor, no hay modo de revertir un error si se ejecuta a una persona inocente”.
(La columna de Amy Goodman completa )

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