miércoles, 5 de junio de 2013

SE NOS IMPONE UNA SOCIEDAD DE CONSUMO. A PARTIR DE NECESIDADES ARTIFICIALES

EL SISTEMA AGRÍCOLA 
Y ALIMENTARIO ESTÁ EN LA UVI


Entrevista a  
ESTHER VIVAS (*)  
en Diari de Tarragona .
Fuente “EcoPortal.net” http://www.ecoportal.net/ 
3 de junio 2013

(*) ESTHER VIVAS (Sabadell, 1975) Es una activista española autora de diversos libros y publicaciones sobre movimientos sociales. Licenciada en Periodismo y Máster en Sociología forma parte del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) desmonta uno a uno los mitos sobre los cuales está construído el actual sistema agroalimentario. 

 “El capitalismo impone una sociedad de consumo. Se producen mercancías a partir de la creación de necesidades artificiales, que antes no teníamos, y vía la obsolescencia programada, diseñando los productos para que se estropeen al cabo de un tiempo y tengas que comprar de nuevos. “ El modelo actual se basa en el consumo de alimentos kilométricos y con un impacto medioambiental muy negativo. Prescinde del saber campesino y cada vez comemos alimentos más similares, que, además, nos enferman. El conjunto de estos factores hace que debamos plantearnos una
 alternativa alimentaria totalmente antagónica a la que hoy existe y que se base en los principios de la soberanía alimentaria. Consiste en devolver la capacidad de decidir sobre qué comemos a las personas, que los campesinos tengan tierra para trabajar, y que en las políticas agrícolas y alimentarias se antepongan las necesidades de la gente a los intereses de la industria agroalimentaria. En lo concreto: apostar por una alimentación de proximidad, local, campesina, ecológica, de temporada. La propia crisis económica y energética nos está indicando que es necesario un cambio radical de modelo. A menudo nos intentan culpabilizar como consumidores. Y, evidentemente, es necesario replantearnos nuestras prácticas en el consumo. Hoy el capitalismo impone una sociedad de consumo. Es imprescindible que se prohíban los transgénicos. En Catalunya y Aragón se cultiva maíz transgénico prohibido en la mayoría de países europeos. Los transgénicos acaban contaminando otros campos y es necesario hacer prevalecer el principio de precaución. 

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