viernes, 21 de junio de 2013

TRANSPORTE FUE EL DETONADOR PERO EN MODO ALGUNO EL COMBUSTIBLE

LA SORPRESA BRASILEÑA

Escribe 
ÁNGEL GUERRA CABRERA (*) 
Fuente 
“La Jornada” de México
20 de junio 2013

(*) ANGEL GUERRA CABRERA Periodista cubano residente en México y columnista del diario La Jornada y en CubaDebate, entre otros medios del contginente. Latinoamericanista y analista internacional, graduado de periodismo en la Universidad de La Habana. Invitado frecuente en teleSUR. Participó en la lucha contra la dictadura de Batista y después del triunfo de la revolución cubana ocupó diversas funciones en las Milicias Nacionales.

¿Quién lo hubiera imaginado en Brasil? El gigante latinoamericano, con extraordinarios logros de los gobiernos Lula/Dilma en crecimiento económico, disminución de la pobreza y la marginación e inclusión de millones de personas en la educación y la salud, estremecido por multitudinarias protestas. Extendidas en las últimas jornadas de San Pablo a Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia y a otras grandes ciudades y capitales estaduales, el 17 de junio se calculaba una participación en ellas de más de 200 mil personas. Nadie las esperaba cuando hace dos semanas unos centenares convocados vía Internet por el Movimiento Pase Libre (MPL) se manifestaron en San Pablo contra el aumento de diez centavos de dólar en el precio del transporte público. Demasiado caro, llega ya a 1.50 de dólar. Ese fue el detonador pero en modo alguno el combustible principal de una caldera social en la que evidentemente se acumulan indignación, aspiraciones y demandas, muy añejas y también recientes. Nacido en las universidades, el MPL aboga por la gratuidad del trasporte público. Hagamos historia. El gobierno neoliberal de Fernando Enrique Cardoso dejó al de Lula una honda crisis económica, inflación desbocada, astronómica deuda pública, desgarramiento del tejido social, desarticulación del Estado y profundización de las
 desigualdades abismales que padece el país hace siglos; una, la injusta distribución de la tierra. Para el sindicalista fue muy difícil gobernar. A diferencia de Chávez, Evo, Correa y Kirchner, que habían llegado a la presidencia en la cresta de la ola popular, Lula lo hizo en situación de reflujo y eso impidió que contara con mayoría parlamentaria. Para hacer avanzar su agenda social debió aliarse y conciliar con sectores y partidos burgueses y convenencieros y en esas condiciones enfrentar una embestida feroz de la derecha y la gran prensa oligárquica que lo quiso desaforar en 2005. Así y todo su gestión le ganó la relección y propició la clara victoria de Dilma. De acuerdo con datos de la Cepal, Brasil, con casi 200 millones de habitantes redujo en la última década la pobreza de 37.5 por ciento a 20.9. La indigencia cayó de 13.2 a 6.1. Veintisiete millones de personas dejaron la pobreza en años recientes y es debido a que en el último quinquenio el ingreso del 10 por ciento más pobre subió 50 por ciento, mientras el ingreso del 10 por ciento más rico subió un 7 por ciento. 
(El análisis completo de Guerra Cabrera)

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