miércoles, 31 de julio de 2013

EN DETROIT, LA DISFUNCIÓN POLÍTICA Y SOCIAL EMPEORO LAS COSAS

DETROIT, LA NUEVA GRECIA

Escribe  
PAUL KRUGMAN (*)
 Fuente “Sin Permiso”  http://www.sinpermiso.info/    
 28 de julio 2013

(*)PAUL ROBIN KRUGMAN (1953) es un economista, divulgador y periodista norteamericano, cercano a los planteamientos neokeynesianos. Profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton. Tiene una columna en  New York Times   En 2008 fue galardonado con el Premio Nobel de Economía.1Es fuerte crítico de las políticas económicas y generales de la administración de George W. Bush. Ha escrito más de 200 artículos y 21 libros -alguno de ellos académicos, y otros de divulgación-. Su Economía Internacional: La teoría y política es un libro de textos estándar en la economía internacional.

Cuando Detroit se declaró en quiebra, o al menos lo intentó (la situación legal se ha complicado), sé que no fui el único economista que tuvo un mal presentimiento sobre el probable impacto que tendría en nuestra retórica política. ¿Iba a ser lo de
Grecia otra vez? Está claro que a algunos les gustaría que eso ocurriera. Así que dirijamos esta conversación por buen camino antes de que sea demasiado tarde. Vale, ¿de qué estoy hablando? Como posiblemente recordarán, hace unos años Grecia se hundió en una crisis fiscal. Esto era malo, pero las consecuencias para el resto del mundo deberían haber sido limitadas; al fin y al cabo, la economía griega es bastante pequeña (de hecho, representa alrededor de 1,5 veces la economía del Detroit metropolitano). Por desgracia, muchos políticos aprovecharon la crisis griega para adueñarse del debate y cambiaron el tema de la creación de empleo por el de la rectitud fiscal.Pero lo cierto es que Grecia era un caso muy
Detroit necesita empleos
especial del que se podían extraer pocas o ninguna lección para la política económica más en general, e incluso en Grecia los déficits presupuestarios eran solo una parte del problema. No obstante, durante un tiempo, el discurso político en todo el mundo occidental estuvo totalmente “helenizado”: todo el mundo era Grecia o estaba a punto de convertirse en ella. Y este mal giro intelectual socavó enormemente las posibilidades de recuperación económica.Da igual que la pronosticada crisis fiscal de Estados Unidos no se materialice, o la fuerte caída en las previsiones sobre los niveles de deuda estadounidenses, o que muchos de los
Poner Detroit volver al trabajo
estudios que utilizaban los cascarrabias para justificar sus sermones hayan sido refutados; ¡obsesionémonos con los presupuestos municipales y las obligaciones de las pensiones públicas! ¿Constituyen las desdichas de Detroit los primeros estadios de una crisis nacional de las pensiones públicas? Entonces, ¿ha sido Detroit particularmente irresponsable? Una vez más, no. Detroit parece haber tenido un sistema de gobierno especialmente malo, pero, fundamentalmente, la ciudad solo ha sido una víctima inocente de las fuerzas del mercado.¿Qué? ¿Las fuerzas del mercado se cobran víctimas? Por supuesto que sí. Es verdad que en el caso de Detroit, la disfunción política y social parece haber empeorado las cosas. Una consecuencia de esta disfunción ha sido un caso grave de “dispersión laboral” en la zona metropolitana; los empleos abandonaron el núcleo urbano aun cuando el empleo en el área metropolitana de Detroit seguía creciendo, y aun cuando otras ciudades estaban viviendo una especie de renacer de los centros urbanos.

No hay comentarios: