IRRUMPIÓ EN LAS CALLES
LEONARDO BOFF (*) lboff@leonardoboff.com
Lunes 8 de julio 2013
(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y
escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. n 1985, la
Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (ex Papa) le
silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de,
ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como
Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Escribió
más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le
otorgó el premio Right Livelihood
Voy a tratar de hacer una reflexión no
convencional sobre las manifestaciones multitudinarias ocurridas en el mes de
junio de este año. Es de naturaleza
antropológico- filosófica.
Es sabido en la reflexión
antropológica y psicoanalítica que existe en el ser humano una
energía volcánica difícilmente controlable por la razón. Algunos la llaman «libido», otros «élan vital», algún otro «principio esperanza». Tenemos que ver con una energía de construcción y de destrucción, con un caos original que puede ser caótico y generativo. Todo el trabajo de la cultura, de las leyes, de la religión y de la ética es crear una salida para que esa energía pueda fluir y ser regulada de manera que su aspecto constructivo prevalezca sobre el destructivo. El equilibrio es tenue. Pero cada acomodo participa de la falta de plenitud y de la vulnerabilidad de todo lo que existe. Poco a poco su capacidad de regulación se debilita hasta desmoronarse. Entonces, por un momento, las barreras del río se rompen, las márgenes son rebasadas y las aguas buscan un nuevo lecho.
.
Grandes analistas como Toynbee, Jung y Freud entre otros, se detuvieron en este fenómeno. Es instructiva la lectura que hizo Freud en 1930, en plena crisis mundial económica y financiera, semejante a la de hoy, en su famoso escrito "El malestar en la cultura" (Das Unbehagen in der Kultur). Abandonó el rigor científico aplicado al psicoanálisis y, para asombro de sus seguidores, abordó temas culturales con agudo sentido de la observación. Explícitamente dice que se trata de un choque de "dos fuerzas celestiales": la fuerza de la vida (Eros) y la fuerza de la muerte (Thanatos). El libro termina con
una inconclusión: "El eterno Eros tiene que empeñar un gran esfuerzo para imponerse frente a su enemigo también inmortal (Thanatos), pero ¿quién puede predecir el éxito o la salida de este embate?" Con esta aporía concluye su reflexión. Apliquemos esta comprensión al fenómeno de las calles en Brasil. Un acuerdo político-social fue construido por el PT, a duras penas, contra una tradición elitista y antipopular de siglos.¿Qué Brasil queremos que sea liberador para las grandes mayorías históricamente condenadas y ofendidas?
( La reflexión
completa de Leonardo Boff )
energía volcánica difícilmente controlable por la razón. Algunos la llaman «libido», otros «élan vital», algún otro «principio esperanza». Tenemos que ver con una energía de construcción y de destrucción, con un caos original que puede ser caótico y generativo. Todo el trabajo de la cultura, de las leyes, de la religión y de la ética es crear una salida para que esa energía pueda fluir y ser regulada de manera que su aspecto constructivo prevalezca sobre el destructivo. El equilibrio es tenue. Pero cada acomodo participa de la falta de plenitud y de la vulnerabilidad de todo lo que existe. Poco a poco su capacidad de regulación se debilita hasta desmoronarse. Entonces, por un momento, las barreras del río se rompen, las márgenes son rebasadas y las aguas buscan un nuevo lecho.
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Grandes analistas como Toynbee, Jung y Freud entre otros, se detuvieron en este fenómeno. Es instructiva la lectura que hizo Freud en 1930, en plena crisis mundial económica y financiera, semejante a la de hoy, en su famoso escrito "El malestar en la cultura" (Das Unbehagen in der Kultur). Abandonó el rigor científico aplicado al psicoanálisis y, para asombro de sus seguidores, abordó temas culturales con agudo sentido de la observación. Explícitamente dice que se trata de un choque de "dos fuerzas celestiales": la fuerza de la vida (Eros) y la fuerza de la muerte (Thanatos). El libro termina con
una inconclusión: "El eterno Eros tiene que empeñar un gran esfuerzo para imponerse frente a su enemigo también inmortal (Thanatos), pero ¿quién puede predecir el éxito o la salida de este embate?" Con esta aporía concluye su reflexión. Apliquemos esta comprensión al fenómeno de las calles en Brasil. Un acuerdo político-social fue construido por el PT, a duras penas, contra una tradición elitista y antipopular de siglos.¿Qué Brasil queremos que sea liberador para las grandes mayorías históricamente condenadas y ofendidas?
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