LEY ORGÁNICA DE COMUNICACIÓN
Escribe
PASCUAL SERRANO (*)
Fuente “eldiario” España Domingo 30 de junio 2013
(*)
PASCUAL SERRANO – (Valencia, España 1964) Periodista español. Director del
sitio alternativo en Internet Rebelión. Se licenció en Periodismo en 1993 en la
Universidad Complutense de Madrid. Autor de “Medios violentos. Palabras e
imágenes para el odio” Su último libro es “La
comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes” es
miembro del consejo de redacción de las revistas Mundo Obrero, El Otro País y
Pueblos y fundador de Rebelión.org.
La
nueva ley, como no podía ser de otra manera al proceder de un gobierno y un
parlamento de izquierdas latinoamericano, ha
vuelto a ser calificada de "ley mordaza" por los propietarios de los
grandes medios de comunicación y las organizaciones empresariales. De ahí la
importancia de acercarse a su contenido textual. El pasado 14 de
junio,
la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó la Ley Orgánica de Comunicación, una
legislación que, según establecía la Constitución de 2008, debía haber entrado
en vigor hace ya mucho. Ese imperativo
era uno de los elementos que el presidente de ese país, Rafael Correa, debía
recordar en cada entrevista que le hacían en España y en la que, con seguridad,
era preguntado por este proyecto de ley sugiriendo el periodista que se trataba
de un intento de Correa por intervenir en la libertad de expresión. Si
en toda América Latina la
comunicación ha sido objeto de un acalorado debate,
en Ecuador se ha visto acentuado por el largo periodo de discusión en torno a
la preparación de esta nueva ley. No
olvidemos que la legislación ecuatoriana fue la primera que estableció la
incompatibilidad del sector bancario con la propiedad de medios de comunicación.
Una de sus primeras características es reivindicar la soberanía de los medios
de comunicación, por ello (art. 6) los medios de comunicación ecuatorianos de
carácter nacional no podrán pertenecer a empresas extranjeras ni a ciudadanos
extranjeros. En cambio, en España,
televisiones
(Telecinco) y periódicos (El Mundo) son propiedad mayoritaria o total de
accionistas extranjeros. Es decir, era incompatible ser
directivo o accionista importante en una entidad financiera y ser directivo o
accionista importante en un medio de comunicación. Las nuevas decisiones del gobierno de Ecuador, dando refugio a
Julian Assange y a Edward Snowden, todavía le convierten en mayor protagonista
de las políticas de comunicación.La ley ecuatoriana también establece que todos los medios de
comunicación (públicos, privados y comunitarios) deberán expedir códigos deontológicos a los que podrán recurrir los
profesionales para negarse a cumplir alguna instrucción contraria al código.
El incumplimiento de las normas deontológicas podrá ser denunciado también por
cualquier ciudadano u organización ante la Superintendencia de la Información y
Comunicación.
( La nota completa de Pascual Serrano )
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