UN DÍA PARA AGRADECER
A LOS MOVIMIENTOS POPULARES
Escribe
(*) AMY GOODMAN Locutora, periodista y escritora progresista
de EE UU. Egresada de Harvard University en 1984, Fundo”Democracy Now”
noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio
y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro
"Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono
Sur. Traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now!
en español.
Este
fin de semana en que se conmemora el 4 de Julio se han planificado más de 100
manifestaciones en todo Estados Unidos en contra de los programas de vigilancia
de la NSA. Hace más de 160 años, el
mayor abolicionista de la historia de Estados Unidos y esclavo fugitivo,
Frederick Douglass, habló ante la Sociedad de
Damas de Rochester Contra la
Esclavitud. Douglass le preguntó a las presentes: “¿Qué significa el 4
de julio para un esclavo estadounidense?”. Sus
palabras continúan resonando hoy, al conmemorarse una vez más el Día de la
Independencia, en un momento en que Estados Unidos reafirma un poder sin
precedentes para desatar guerras a nivel mundial y espiar a todas las personas
en todas partes. El Día de la Independencia no debería ser una mera
celebración oficial, sino un momento de reflexión sobre el lugar central que
ocupan los movimientos de base por la democracia en la historia de Estados
Unidos. Son los movimientos los que
han preservado y promovido los derechos proclamados en el inicio de la
Declaración de la Independencia “a la vida, la libertad y la búsqueda de la
felicidad”. Frederick Douglass respondió él mismo la pregunta
Frederick Douglass |
que hizo
sobre el 4 de Julio ante las abolicionistas que estaban allí reunidas: “Para ese esclavo, su celebración es una
farsa. La libertad de la que tanto se jactan es una licencia impía; su grandeza
nacional, vanidad exagerada; sus gritos de regocijo son vacíos y desalmados; su
denuncia de los tiranos, descarada impudencia; sus gritos de libertad e
igualdad, una burla vacía; sus plegarias e himnos, sus sermones y
agradecimientos, su desfile religioso y solemne son, para él, mera
grandilocuencia, fraude, engaño, impiedad e hipocresía, un fino velo para
encubrir crímenes que avergonzarían a una nación de salvajes. En este momento,
ninguna otra nación del planeta es culpable de prácticas tan horribles y
sangrientas como Estados Unidos”. Douglass no solo denunció la
hipocresía de la esclavitud dentro de un sistema democrático, sino que trabajó
diligentemente para construir un gran movimiento abolicionista. También luchó
por el sufragio de la mujer. Estos
movimientos conformaron lo que es hoy Estados Unidos. El movimiento por los
derechos civiles de las décadas de 1950 y 1960 fue un ejemplo duradero de lo
que puede lograr la acción de las bases, incluso ante la represión violenta y
sistemática.
(
La nota completa de Amy Goodman )
No hay comentarios:
Publicar un comentario