Escribe
JAIME RICHART ESPAÑA –
Antropologo y jurista.
Antropologo y jurista.
Periodista y escritor.
Edita en
varios medios de la prensa alternativa.
Publica esta nota “Rebelión”
Domingo 28 de julio 2013
En la
dictadura estábamos todos fichados. En este remedo de democracia no estamos
fichados, estamos registrados. Y sin embargo, nunca nos hemos sentido tan
desprotegidos, tan desamparados. Sabemos positivamente que tienen todos
nuestros datos, que estamos "registrados", y que quien no los tiene,
con un chasquido de dedos los consigue. Sabemos que nos engañan los políticos y
las compañías eléctricas y las operadoras telefónicas y las ofertas...¿Para qué
sirve, a quién sirve la famosa protección? ¿Qué garantía tenemos de que quienes
saben de nosotros hasta lo que ni nosotros mismos
sabemos, no terminan abusando
gravemente de nosotros, de nuestros escuálidos bolsillos, y de nuestra
intimidad e identidad? En otros tiempos todo era previsible. Hoy todo es
imprevisible. Sin embargo, y he aquí la paradoja, cualquier cosa, por espantosa
o absurda que sea acabamos viéndola normal. Esta sociedad se ha desnudado por
completo. Todos hacemos fotografía de cuanto se nos antoja; todo el mundo
cuenta su vida y pocos no piensan en vender sus miserias o las de otros con
quienes compartieron mesa. Se exhibe lo que en otro tiempo fue un oprobio. Ya
no hay motivos para avergonzarse de nada: se cotiza la aberración. Apropiarse
del dinero público es un oficio de postín y pasar un corto espacio de tiempo en
la cárcel da lustre. Esta sociedad es un grandioso monumento a la contradicción. No sabe
a dónde va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario