A LA GUERRA TOTAL
NICOLE SCHUSTER
Academica e Investigadora
Fuente “BOLPRESS”
Martes 9 de julio 2013
La
reciente suspensión del derecho de vuelo sobre el territorio de varios países
europeos impuesta al mandatario boliviano por gobiernos supuestamente soberanos,
nos recuerda que estamos, a nivel mundial, en un estado de excepción. Las interdicciones de vuelo sobre un
territorio dicho soberano se dan normalmente en base a razones de seguridad
nacional. Pocas veces recurrió, por ejemplo, Francia a esta medida. Lo hizo
luego de los atentados del 11 de setiembre 2001, para salvaguardar la nación de
presuntos atentados terroristas. Esta fórmula jurídica ha existido en
la historia bajo varias formas. En Francia, se llama “Estado de sitio”, en
Inglaterra “Ley marcial”, y en Alemania “Estado de urgencia”. En el nombre de la defensa de su
seguridad nacional, que erige en principio universal, Washington se otorga el
derecho de agredir militarmente a cualquier país y de requerir de los países
aliados su participación en las ofensivas belicistas diseñadas desde el
Pentágono. Su posición de gendarme
del mundo, que se arrogó
arbitrariamente y que un número reducido pero siempre creciente de países
dignos se atreven a contestarle, permite
a Estados Unidos perseguir gente a través del mundo, violando los principios de
soberanía que deberían regir en cada país y, dentro de esa óptica, proferir
órdenes a jefes de Estado, quienes se apresuran en cumplirlos. Es lo
que está ocurriendo con la situación de emergencia generada por el caso del
ciudadano estadounidense Snowden, ex técnico de la CIA y ex consultor de la
National Security Agency (NSA), que
encarnaría la amenaza por excelencia a la seguridad nacional estadounidense
a causa de las revelaciones que hizo en
cuanto a las prácticas de espionaje ilícitas a las que recurre Estados
Unidos en el marco del programa PRISM elaborado por la NSA.
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