LLEGÓ
EL TURNO DE EUROPA
SUSAN GEORGE(*)
Fuente Revista TNI
Publica “Rebelión”
24 de agosto 2013
(*) SUSAN GEORGE (1935 Estados Unidos, se nacionalizo
francesa en 1994). filósofa y analista política.Presidenta del comité de
planificación del Transnational Institute de Ámsterdam. doctora en Ciencias
Políticas (Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, University of Paris),
licenciada en Francés (B.A.Smith College, EE.UU.) y Filosofía (Sorbonne, París).
Es una de las investigadoras más renombradas por sus innovadores análisis sobre
problemas mundiales. Autora de 14 libros traducidos a numerosos idiomas,
Al
igual que la peste en el siglo XIV, el azote de la deuda ha ido migrando
paulatinamente del Sur al Norte. La Yersinia pestis del siglo XXI no se propaga
a través de las ratas infestadas de pulgas, sino del letal fundamentalismo
neoliberal, infestado de ideología. Antes, sus adalides tenían nombres como
Thatcher o Reagan; ahora suenan más bien a Merkel o Barroso. Pero el mensaje,
la mentalidad y la medicina prescrita son básicamente los mismos. La
devastación provocada por ambas plagas también es similar. Sin duda, se
registran menos muertes relacionadas con la deuda en Europa hoy en día que en
África hace tres
décadas, pero seguramente se está causando un daño más
permanente a lo que en su día fueron las prósperas economías europeas. Los
fieles –y más veteranos– lectores de la revista New Internationalist recordarán
la temida expresión ‘ajuste estructural’. ‘Ajuste’ era el eufemismo para el
paquete de recetas económicas impuestas por los ricos países acreedores del
Norte a otros menos desarrollados en lo que entonces llamábamos ‘el Tercer
Mundo’. Una gran parte de estos países había pedido prestado demasiado dinero
para demasiados fines improductivos. A veces, los líderes se limitaban a
ingresar los créditos en sus cuentas privadas (recordemos a Mobutu o Marcos) y
endeudar aún más a sus
países. Devolver los préstamos en pesos, reales, cedis u
otras ‘monedas raras’ era inaceptable; los acreedores querían dólares, libras
esterlinas y marcos alemanes. Además, los líderes del Sur habían suscrito los
préstamos a tipos de interés variable, que al principio eran bajos pero que
subieron a niveles astronómicos a partir de 1981, cuando la Reserva Federal de
los Estados Unidos puso fin a la era del dinero barato. Cuando países como
México amenazaron con no pagar la deuda, cundió el pánico entre los ministros
de Economía de los países acreedores,
los grandes banqueros y los burócratas internacionales, que se pasaron unos cuantos fines de semanas sin dormir, alimentándose con comida para llevar e improvisando planes de emergencia.Plus ça change, plus c’est la même chose.* Pasadas unas décadas, aún se suceden las reuniones de crisis, esta vez en Bruselas y, pese a algunas variaciones, la respuesta es idéntica: solo consigues un rescate si te comprometes a seguir una serie de estrictas exigencias. En su día, estas se hacían eco del neoliberal ‘consenso de Washington’; ahora se denominan, más acertadamente, ‘paquetes de austeridad’, pero ambas requieren las mismas medidas. Firme aquí, por favor, con sangre.
los grandes banqueros y los burócratas internacionales, que se pasaron unos cuantos fines de semanas sin dormir, alimentándose con comida para llevar e improvisando planes de emergencia.Plus ça change, plus c’est la même chose.* Pasadas unas décadas, aún se suceden las reuniones de crisis, esta vez en Bruselas y, pese a algunas variaciones, la respuesta es idéntica: solo consigues un rescate si te comprometes a seguir una serie de estrictas exigencias. En su día, estas se hacían eco del neoliberal ‘consenso de Washington’; ahora se denominan, más acertadamente, ‘paquetes de austeridad’, pero ambas requieren las mismas medidas. Firme aquí, por favor, con sangre.
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