UN PANORAMA DE CAOS
EN EL MUNDO ÁRABE
Escribe
MAHDI DARIUS NAZEMROAYA (*)
Fuente Strategic Culture Foundation.
Publica “Rebelion”
Tradujo Beatriz Morales
28 de agosto 2013
(*)MAHDI DARIUS NAZEMROAYA es sociólogo e investigador
asociado del Centre for Research on Globalization (CRG) de Montreal. Está
especializado en temas de Oriente Próximo y Asia Central. Sus artículos se
publican en más de diez idiomas. Su obra más reciente es The globalisation of
NATO [La globalización de la OTAN].
Oriente Próximo se ha convertido en un arco de inestabilidad
desde Iraq y el Golfo Persa hasta Libia y Túnez. El caos y la inestabilidad
parecen estar prácticamente en cada rincón del mundo árabe y de Oriente
Próximo. No parece que
vaya a terminar la sangría.Sin embargo, un país de la
zona brilla con satisfacción. La inestabilidad que junto con Washington ha
contribuido a crear en la región ha dado carta blanca a Tel Aviv. El caos
circundante ha permitido a Israel seguir adelante con su anexión de cada vez
más tierra palestina en Cisjordania mientras simula hablar de paz con la
Autoridad Palestina del irrelevante Mahmoud Abbas. Todo lo que necesita ahora
es que Estados Unidos encabece una guerra
contra Irán y sus aliados. Esta
agitación actual en realidad se parece de manera extraordinariamente a los
objetivos del Plan Yinon de 1982, llamado así por el nombre de su autor Oded
Yinon, del ministerio de Exteriores israelí, y que preconiza la fractura del
norte de África y de Oriente Próximo. Puede que este documento israelí se
escribiera en 1982, pero representa los objetivos e ideas estratégicas de
Israel. «Romper territorialmente Egipto en diferentes regiones geográficas es
el objetivo
político de Israel”, afirma el plan. Es una continuación del
proyecto colonial británico en la zona y se ha transmitido a la política
exterior estadounidense, que explica el punto de vista de los neocons y de
Ralph Peters acerca del “Nuevo Oriente Próximo”. El documento “Ruptura limpia”
elaborado por Richard Perle [en 1996] para el primer ministro israelí Benjamin
Netanyahu también se basa en el Plan Yinon y aclara la postura actual de los
gobiernos de Obama y de Netanyahu sobre Siria. La Península Arábiga es un
barril de pólvora a punto de explotar. Todos los
regímenes son frágiles y no pueden sobrevivir sin Estados Unidos y el patrocinio extranjero. Su preocupación principal es la supervivencia, pero la falta de libertad y la opresión son como un concentrado tóxico a punto de prender un fuego épico que abrasará toda Arabia. “Toda la Península Arábiga es un candidato natural a la disolución debido a presiones internas y externas, y eso es inevitable, especialmente en Arabia Saudí”, señala el Plan Yinon de Israel. Por lo general, los Estados del litoral del Golfo Pérsico, excepto el Sultanato de Omán, han estado instigando activamente las divisiones entre chiíes y sunníes interna y regionalmente como parte de su intento
de obtener cierta legitimidad para las dictaduras de sus familias gobernantes y de sus jerarquías feudales. Esto forma parte de sus estrategias de supervivencia, pero es perjudicial para ellos. El ejército saudí ha intervenido tanto en Bahréin como en Yemen y afirmaba luchar contra una conspiración iraní regional y la traición musulmana chií. Además de acusar a los musulmanes chiíes de la Península Arábiga de discriminación, también se les ha acusado de estar vinculados a Irán, lo que se ha utilizado para justificar su opresión. Sin embargo, según afirma el ayatola saudí Nimr Baqr al-Nimr, no tienen vinculación con Irán ni con ningún otro Estado, ni lealtad hacia ninguno de ellos.
(El
informe de Mahdi Darius Nazemroaya)regímenes son frágiles y no pueden sobrevivir sin Estados Unidos y el patrocinio extranjero. Su preocupación principal es la supervivencia, pero la falta de libertad y la opresión son como un concentrado tóxico a punto de prender un fuego épico que abrasará toda Arabia. “Toda la Península Arábiga es un candidato natural a la disolución debido a presiones internas y externas, y eso es inevitable, especialmente en Arabia Saudí”, señala el Plan Yinon de Israel. Por lo general, los Estados del litoral del Golfo Pérsico, excepto el Sultanato de Omán, han estado instigando activamente las divisiones entre chiíes y sunníes interna y regionalmente como parte de su intento
de obtener cierta legitimidad para las dictaduras de sus familias gobernantes y de sus jerarquías feudales. Esto forma parte de sus estrategias de supervivencia, pero es perjudicial para ellos. El ejército saudí ha intervenido tanto en Bahréin como en Yemen y afirmaba luchar contra una conspiración iraní regional y la traición musulmana chií. Además de acusar a los musulmanes chiíes de la Península Arábiga de discriminación, también se les ha acusado de estar vinculados a Irán, lo que se ha utilizado para justificar su opresión. Sin embargo, según afirma el ayatola saudí Nimr Baqr al-Nimr, no tienen vinculación con Irán ni con ningún otro Estado, ni lealtad hacia ninguno de ellos.
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