viernes, 30 de agosto de 2013

SE ENGAÑAN LOS PARTIDOS.DEMOCRACIA NO ES SINÓNIMO DE PARTIDOCRACIA

CARTA DE LA ABUELA

Escribe  
FREI BETTO (*) 
Fuente”Adital” 
29 de agosto 2013

(*)Carlos Alberto Libânio Christo (FREI BETTO –1944) Fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación. Es autor de más de 50 libros y de más de 20 Premios a su obra. En 1966, en dictadura fue encarcelado y torturado. En 1966 paso 4 años en la cárcel militar. En los años ’80 empezó a asesorar a algunos «países socialistas» sobre las relaciones Iglesia-Estado. Viajó a Cuba, Checoslovaquia, China, la Unión Soviética, Nicaragua y Polonia

Querido nieto: Desde aquí, desde las alturas celestiales, miro espantada y sorprendida los cambios en el Brasil. Nunca pensé que esa muchachada fuera a cambiar las canciones por las calles, el consumismo por las protestas, la democracia delegativa por la democracia participativa. Cual niños de pantalón corto, el gobierno federal y el Congreso dieron inicio al debate y aprobación de cuestiones engavetadas hace décadas: reforma política, proyecto que clasifica las prácticas de corrupción activa y pasiva como crimen horrible, voto secreto, exigencia de hoja limpia para los funcionarios del legislativo, 75% de los royalties del pre-sal para la educación y 25% para la salud. Los campeones de aprobación en
investigaciones de opinión pública se enmarañaron y hay confusión en el juego electoral del 2014.Espero que esa juventud tan atrevida no se quede sólo en las protestas sino que plantee también propuestas, proyectos, programas. E invente cauces políticos para revolucionar el país, de modo que se perfeccione la democracia participativa. Se engañan los partidos si piensan que son los únicos cauces políticos. Democracia no es sinónimo de partidocracia. Es gobierno del pueblo, para el
pueblo, con el pueblo. Y eso es lo que demuestran las calles: el ansia de un gobierno que sirva al pueblo y atienda sus justas reivindicaciones, y no a los intereses del agronegocio y del capital financiero. Que lleve a cabo finalmente la reforma agraria, sin la cual el Brasil digno y libre no verá la luz. Es preciso organizar la esperanza. Volver a esa muchachada viciada de utopía, como sucedió con la generación que tenía 20 años en la década de 1960. Ustedes no querían cambiar el cabello, la moda y la sexualidad solamente. Querían cambiar el país y el mundo. Para bien o para mal, toda realidad es producto de sueños. Bendiciones de tu abuela Zina.
 ( Nota de Frei Betto )

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