martes, 20 de agosto de 2013

SON MILES LOS MUERTOS: BAÑO DE SANGRE EN EL NILO

EL DÍA DE LA 
VERGÜENZA EN EGIPTO

Escribe 
ESAM AL-AMIN (*)
Fuente CounterPunch  
Publica “Rebelion” 
Tradujo Sinfo Fernánde
Domingo 19 de agosto 2013

(*)ESAM AL-AMIN es un escritor y periodista independiente experto en temas de Oriente Medio y de política exterior estadounidense que colabora en diversas páginas de Internet. Puede contactarse con él en alamin1919@gmail.com . Su último libro es The Arab Awakening Unveiled: Understanding Transformations and Revolutions in the Middle East.( El despertar árabe Descubierto: Descripción de las transformaciones y revoluciones en el Medio Oriente)


En junio de 1967, las fuerzas israelíes necesitaron solo seis horas para derrotar al ejército egipcio y devastar sus fuerzas aéreas, infligiendo la más humillante de las derrotas al mundo árabe del último medio siglo. En la guerra de octubre de 1973, el ejército egipcio mató a 2.600 soldados israelíes en veinte días de combates. Casi cuarenta años después, el ejército egipcio vuelve sus armas contra sus propios ciudadanos provocando una
inmensa devastación: el 14 de agosto, las fuerzas combinadas del ejército y la policía egipcios tardaron solo doce horas en dispersar a decenas de miles de pacíficos manifestantes desarmados que llevaban a cabo dos sentadas en las zonas este y oeste de los suburbios de El Cairo. Tras el golpe de Estado del 3 de julio, sus autores estaban decididos no solo a derrotar a sus oponentes políticos sino también a golpear de forma decisiva la democracia y el imperio de la ley en Egipto y en todo el mundo árabe. Desde el 28 de junio, los islamistas dirigidos
por la Hermandad Musulmana (HM), estaban acampados en esos dos lugares, inicialmente como muestra de apoyo al Presidente Mohammad Mursi cuando era cuestionado por la oposición; pero desde su destitución el 3 de julio, los manifestantes estaban exigiendo su vuelta, la restauración de la suspendida constitución y el restablecimiento del disuelto parlamento. A lo largo de 48 días, las acampadas y manifestaciones por todo Egipto atrajeron a millones de seguidores de Mursi
así como a grupos a favor de la democracia, que protestaban del hecho de que el golpe hubiera anulado sus votos presidenciales y parlamentarios, así como su ratificación del referéndum sobre la nueva constitución. La realidad es que, un mes después del golpe, la opinión pública egipcia se ha vuelto de forma decidida contra el mismo. El 6 de agosto, el respetable Centro Egipcio para Estudios de los Medios y Opinión Pública publicó una encuesta que mostraba que el 69% del pueblo
egipcio rechazaba el golpe militar, que un 25% lo apoyaba y que un 6% no quería expresar su opinión. De los que lo rechazaban, solo el 19% se identificaban a sí mismos como seguidores de los HM, el 39% pertenecía a otros partidos islamistas, mientras que el 35% no tenían afiliación política pero sentían que sus votos habían quedado invalidados con el golpe. De los que lo apoyan, el 55% en la encuesta se consideran ex leales al régimen de Mubarak, mientras que el 17% se identifica como cristianos coptos que se oponen al gobierno islamista.

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