UNA HERRAMIENTA
DE MANIPULACIÓN POLÍTICA
Escribe
ALFONSO PALACIOS (*)
Fuente “Rebelión”
24 de
septiembre 2013
(*)
ALFONSO J PALACIOS ECHEVERRÍA. Periodista. Escritor. cursó
Humanidades Clásicas en la Universidad Católica del Ecuador y de Administración
Pública en la Universidad de Panamá, y estudios de postgrado en Administración
Financiera en la Northwestern University, en Evanstone, Illinois, U.S.A.Autor
de "Medios de comunicación y manipulación", por:
"El elemento primordial del control social, es la prensa”.
Hay actos que son ilegales. Y otros que son antiéticos. Los
primeros no se hacen, porque hacerlos transgrede una norma legal y ello
conlleva un castigo. Las razones para no cometer los segundos son menos claras.
Que actuar antiéticamente tenga o no consecuencias depende únicamente de la
censura y la desaprobación de los demás frente a esos actos . Miguel Guerrero
(periodista) señala que el proselitismo y el secuestro de la opinión pública al
través
de su manipulación por los gobiernos están prostituyendo el valor de las
encuestas como método de medición científico. Antes se admitían los sondeos
sobre preferencias electorales como una forma racional y bastante aproximada
para conocer el estado de ánimo de la población con respecto a políticas o
candidaturas. Pero la idea de estos análisis era determinar debilidades y
fortalezas o en el caso de productos o estudios de mercados las lealtades de
los consumidores. Eran resultados cuya confidencialidad se guardaban
celosamente por cuanto la divulgación de algunos datos podían serles útiles a
la competencia, fuera comercial o política. A partir de un momento, cuando la
actividad proselitista perdió todo sentido del pudor y empezó a mostrar sus
paños menores, todos esos valores acerca de las encuestas se vinieron abajo. La
realización de estos estudios comenzó a servir para tratar de inducir cambios
en las preferencias al través de mensajes subliminales. Afloraron como plagas
agencias
especializadas dispuestas a prestar sus servicios, carentes en muchos
casos de prestigio o experiencias, por favores oficiales o altas sumas de
dinero. La credibilidad se perdió en un mercado lleno de baratijas con
pretensiones científicas. Hubo épocas en que algunos medios involuntariamente
contribuyeron a ese desprestigio, con encuestas extemporáneas carentes de
lógica. Incluso se han dan casos de varias dando seguros ganadores, sin haberse
definido antes el panorama electoral. Como si a un año de una cita electoral,
por ejemplo, fuera posible dar un imbatible triunfador en cualquiera de las dos
vueltas. El propósito de tal práctica es evidente: condicionar la opinión
pública y sembrar en la psiquis popular la idea de un único ganador. La
manipulación en su máxima expresión artística. Esto es lo que hemos estado viendo desde hace ya bastante
tiempo en uno de los medios de comunicación impresa, que comenzó señalándonos
lo que cierta encuesta indicaba sobre uno u otro tema, sin relación a las
preferencias políticas. Y cuando ya nos tenían acostumbrados a ver y en algunos
casos aceptar esas opiniones, nos bombardea con los resultados de una encuesta
que claramente favorece a un candidato y menosprecia a otro, al punto de darnos
la idea de que es un “desconocido” que no llegará a ninguna parte. La
manipulación es tan burda y evidente que pierde toda credibilidad el medio ante
quienes analizamos con un poco más de seriedad el tema, pero el pueblo susceptible
de ser manipulado no cae en cuenta de que está siendo tratado como presa fácil
del engaño.
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