LA LIBERTAD SEGÚN
LOS ZAPATISTAS
Escribe
RAÚL ZIBECHI (*)
Fuente “ADITAL”
29 de agosto de 2013.
(*)
RAÚL ZIBECHI- (Uruguay 1952) Periodista, docente, investigador y escritor Analista internacional en Red Voltaire. Logró
en 2003 Premio José Martí por sus crónicas sobre Argentina. En diversos medios
del continente y del exterior, incursiona en una visión panorámica sobre las
luchas sociales en nuestra América.
Escribe la sección internacional de “Brecha” (Uruguay).
Profesor en “Multiversidad Franciscana” de América Latina
Desde que los medios dejaron de prestarle atención, muchos
creen que la rebelión zapatista ya no existe. En silencio, lejos de los focos y
las cámaras, han profundizado los rasgos de su construcción autonómica al punto
que ya se puede hablar de una sociedad diferente, regida por reglas, códigos y
leyes distintas a las del mundo dominante. Desde sus seis años de altura,
Carlos Manuel abraza la cintura de su padre como si nunca se fuera a despegar.
Mira el techo y sonríe. Julián, su padre, intenta zafarse. El niño cede pero
permanece junto al padre. Irma, su hermana de unos ocho años, observa desde un
rincón de la cocina donde su madre, Esther, trabaja sobre el fogón dando vuelta
las tortillas de maíz que
siguen siendo el alimento principal de las familias
rurales. Los otros tres hijos, incluyendo al mayor, Francisco, de 16, observan
la escena que se repite durante las comidas como si fuera un ritual. La cocina
es el lugar de pláticas que se esparcen tan lentas como el humo que asciende
sobre los techos de zinc. Las palabras son tan frugales y sabrosas como la
comida: frijol, maíz, café, plátanos y alguna hortaliza. Todo sembrado sin
químicos, cosechado y elaborado a mano.
Criado a campo abierto el pollo tiene un
sabor diferente, como toda la comida en esta comunidad tojolabal.Al terminar la
comida cada uno lava sus platos y cubiertos, incluso el padre que por momentos
colabora en la preparación de la comida. Pregunto si eso es lo normal en estas
tierras. Responden que es costumbre en las comunidades zapatistas, no así en
las del "mal gobierno”, en referencia a los que, sin sorna, denominan
"hermanos priístas”. Esas comunidades, vecinas a las que empuñan la
estrella roja sobre fondo negro, reciben bonos y alimentos del gobierno, que
les construye casas de bloques y suelo de material. La nueva etapa
que está
transitando el zapatismo comenzó el 21 de diciembre de 2012, día marcado por
los medios como el fin del mundo que para los mayas es el comienzo de una nueva
era. Decenas de miles de bases de apoyo del EZLN se concentraron en cinco
cabeceras municipales de Chiapas, las mismas que habían tomado el 1 de enero de
1994. La reaparición del zapatismo conmocionó a buena parte de la sociedad
mexicana. No sólo no habían desaparecido sino que resurgían con más fuerza,
mostrando que eran capaces de movilizar una cantidad importante de personas en
formación militar, aunque sin armas.
(Nota de Raul Zibechi sobre el zapatismo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario