NACIONES
UNIDAS
Escribe
DAVID BROOKS (*)
Corresponsal enEstados Unidos.
Uente “La Jornada”
México 30 de setiembre 2013
(*)
DAVID BROOKS
(Toronto, 11 de agosto de 1961), periodista canadiense-estadounidense
especializado en política. Columnista del New York Times y PBS, NYT entre otras Agencias.. Ha sido redactor jefe del Weekly Standard y
colaborador en Newsweek y Atlantic .Corresponsal en Estados Unidos
de “La Jornada” de México. Entre varios otros medios Autor del bestseller “The
Social Animal” (“El animal social”)
De
dónde es usted? De Guerrero, de Acapulco, responde el mesero que atiende a una
estadunidense, un cubano, un venezolano y otro mexicano en un restaurante en
Manhattan, adonde, entre otros, llegan algunos participantes del
"debate" en la
Organización de Naciones Unidas. Otro mesero ofrece
agua y responde a la misma pregunta: Ecuador. Un tercero comenta que es de
Turquía, de Estambul; todos trabajan y conviven todos los días. Para llegar al
lugar desde cerca de la sede de la ONU, donde decenas de jefes de Estado y sus
amplias delegaciones asisten al debate anual de la Asamblea General, el taxista
maneja por las calles abrumadas de tráfico por las estrictas medidas de
seguridad y los convoyes de camionetas negras escoltadas por el Servicio
Secreto. ¿Ustedes están aquí para lo de la ONU?, pregunta. Le responden que sí.
Y comenta: “todo eso es puro bullshit (algo así
como pura paja, puro teatro),
¿no?” Ya de noche, escapando por vías subterráneas de la zona inundada por los
políticos y diplomáticos que asisten a dar sus muy importantes discursos ante
la magna sala de la Asamblea General y participar en sus muy importantes
reuniones, cenas y cocteles para, supuestamente, decidir el futuro del planeta,
aparece otro mundo. En el metro, cuatro jóvenes regresan del partido de los ya
derrotados (para esta temporada) Yanquis, de hecho, el último juego en casa
donde apareció el más gran cerrador de todos los tiempos, el panameño Mariano
Rivera. Todos con camisetas de su equipo favorito. Uno de ellos, blanco pero
tal vez de origen italiano, se acerca y se sienta junto a dos chicas guapas
mientras sus cuates se quedan del otro lado del vagón, mirándolo con esa risa
nerviosa adolescente al ser testigos de un intento de ligue, o por lo menos
coqueteo. Primero es lo más convencional, que si no les gusta alguno de sus
cuates, que si se los presenta y más, pero de repente algo cambia. ¿De dónde
son?, les pregunta. Una, de ojos brillantes y risa peligrosa, le cuenta que sus
padres son de Haití, pero que ella creció en Canadá antes de llegar a vivir aquí.
La otra, más cautelosa que su amiga, dice que es de Tailandia, pero creció
aquí. De ahí empezó un diálogo sobre la vida de los jóvenes aquí, qué música
escuchan, adónde van a bailar, qué estudian. En Washington Square, en una
escapada del mundo bien vestido y perfumado, el jazz acompaña una tarde
cristalina, mientras un centenar de personas rodea un acto realizado por dos
gemelos afroestadunidenses y un baterista.
(La nota de David
Brook en “La Jornada”)
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