domingo, 27 de octubre de 2013

BARRAS CON RADIACIÓN IGUAL A 14 MIL BOMBAS DE HIROSHIMA

   FUKUSHIMA:   
EXTRAER  DEL REACTOR CUATRO
AMENAZA SER "APOCALÍPTICA"


Escribe 
ANDREA GERMANOS  
 Periodista internacional
( @ andreagermanos ) 
Co Editora de  Common Dreams” 
.http://CommonDreams.org  
Publica “Rebelión”  
Traducido  por Germán Leyens

Se espera que una operación con consecuencias  “apocalípticas” comience en poco más de dos semanas -el 8 de noviembre– en el Reactor 4 de Fukushima dañado, que se hunde, cuando el operador de la planta, TEPCO, intente extraer más de 1.300 barras de combustible gastado, que contienen el equivalente de radiación de 14.000 bombas de Hiroshima, de un tanque de almacenamiento de combustible gastado situado sobre el último piso del reactor. Aunque el edificio del Reactor 4 no sufrió una fusión,
ocurrió una explosión de hidrógeno y ahora se inclina y se hunde y no tiene ninguna capacidad para resistir otro evento sísmico. JAPAN TIMES EXPLICÓ: Para extraer las barras, TEPCO ha erigido una grúa móvil de 284 toneladas sobre el edificio que se manejará por control remoto desde una sala separada. Las barras de combustible gastado se sacarán de los estantes en los que están almacenadas y se insertarán una a una en una cámara de acero pesado mientras las unidades se mantienen bajo el agua. Una vez que la cámara se saque de la piscina y se baje al suelo, se transportará a otra piscina en un edificio indemne en el lugar para almacenarla. En circunstancias normales, una operación semejante tardaría
poco más de tres meses, pero TEPCO espera completar la complicada tarea dentro del año fiscal 2014. Un coro de voces ha estado haciendo sonar la alarma sobre este plan, nunca realizado en esta escala, de remover las 400 toneladas de combustible gastado de TEPCO, que hasta ahora ha sido responsable de un contratiempo tras el otro en la continua crisis en la planta nuclear estropeada. Arnie Gundersen, un veterano ingeniero nuclear estadounidense y director de Fairewinds Energy Education, advirtió esta semana de que: “Van a tener dificultades para extraer una cantidad significativa de barras” y dijo que: “Llegar a la conclusión de que todo irá bien es un verdadero salto de lógica”. Gundersen presentó la siguiente
Arnie Gundersen
analogía sobre el desafiante proceso de extraer las barras de combustible gastado: Si se piensa en un estante de combustible nuclear como en un paquete de cigarrillos, si se tira hacia arriba un cigarrillo saldrá sin problemas, pero esos estantes se han deformado. Ahora, cuando saquen el cigarrillo hacia arriba, es probable que se rompa y libere cesio radiactivo y otros gases, xenón y kriptón en el aire. Sospecho que cuando llegue noviembre, diciembre, enero, vamos a oír que el edificio ha sido evacuado, que han quebrado una barra de combustible, que la barra de combustible está liberando gas. Sospecho que tendremos más gases llevados por aire a medida que tratan de sacar el combustible. Si tiran demasiado fuerte, partirán el combustible. Pienso que los estantes han sido deformados, el combustible se ha sobrecalentado –la piscina hirvió– y el efecto neto es que es probable que parte del

combustible se quede adentro durante mucho tiempo.  La extracción de las barras de combustible es una tarea usualmente es asistida por ordenadores que conocen su ubicación exacta a un milímetro de distancia. Trabajando virtualmente a ciegas en un entorno altamente radiactivo, existe el riesgo de que la grúa pueda dejar caer o dañar una de las barras, un accidente que hará sufrir aún más la región de Tohoku. Como explicó el activista antinuclear de tantos años, Harvey Wasserman: “Las barras de combustible gastado deben mantenerse frías permanentemente. Si se exponen al aire, sus revestimientos de aleación de zirconio comenzarán a arder, las barras se quemarán y emitirán inmensas cantidades de radiación. Si las barras se tocan, o si cayeran en un montón suficientemente grande, es posible que exploten. “
( Nota de Andrea Germanos en “Rebelión” )

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