NIÑOS Y OBISPOS
OSVALDO BAYER (*)
Desde Bonn, Alemania.
Fuente “Pagina 12”Bs.As.
26 de octubre 2013
(*)BAYER OSVALDO JORGE (Santa Fe, Argentina,
18 de febrero de 1927) es un historiador, escritor y periodista Estudió
Historia en la Universidad de Hamburgo (Alemania) y de regreso en la Argentina,
trabajó intensamente en el canal educativo y cultural del Ministerio de
Educación de la Nación es conocido por su activismo a favor del
movimiento anarquista.Bayer. “un anarquista y pacifista a ultranza como él se
autodenomina”. Radicado en Buenos Aires
Es que
justo la desorientación domina el mundo. Aquí en Alemania, luego del espionaje
de Obama al teléfono celular de la primera ministra Angela Merkel, ha cundido
la pregunta: “¿Y qué somos? ¿En qué mundo vivimos?”. Estados Unidos
espía hasta
a sus mejores amigos. Pero, más que eso, lo que debe predominar para aprender
es la verdadera realidad de las naciones. En Alemania han caído, como un golpe
en la nuca, dos estudios que acaban de ser publicados: la situación de los
ancianos y de los niños en este país. Sí, el país mejor organizado de Europa
presenta dos realidades que hacen dudar una vez más del sistema capitalista.
Una es la situación de los llamados “viejos”. Un estudio del Instituto
Allensbach señala que tres cuartas partes de los habitantes de Alemania cree
que la pobreza de los viejos es hoy un problema muy difundido en esta nación. Y
nueve de cada diez piensa que esa pobreza en la vejez seguirá aumentando. Esto
se debe al gran número de adultos sin trabajo y al aumento del sector que gana
menos. Por otra parte crece el número de niños que vive bajo el nivel de
pobreza. Justo hoy
Obispo Tabartz van Elst |
se ha publicado el estudio de Unicef que recomienda al
gobierno alemán ayudas a las familias pobres. Justamente a las que tienen
varios hijos. Uno de cada doce niños en Alemania creció por lo menos siete años
en familias que tienen como entrada menos del 60 por ciento de lo que debiera
ganar para llevar una vida conforme a sus necesidades. Uno piensa: si Alemania,
el país que figura entre los mejores organizados del mundo, padece esos
problemas, ¿qué pasará en países más pobres, en Asia, en Africa, en
Latinoamérica y también en Europa? ¿Cómo el ser humano no ha sido capaz aún de
lograr un sistema que permita vivir sin privaciones graves a todos sus
habitantes? En Alemania, la Unicef recomienda que el dinero por hijo que pagan
los gobiernos tendría que ser calculado de acuerdo con las entradas familiares
y no igual para todos. A las familias pobres con muchos hijos, darles más ayuda
que a las que tienen buen pasar. No sabemos si esto es realizable. La meta
tiene que ser: jamás un niño con hambre, jamás un niño bajo el nivel de
pobreza. Y el cristianismo, ¿qué hace? Aquí, el escándalo del obispo católico
de Limburgo, Tabartz van Elst, ha dejado gravísimas huellas. El emplear 31
millones de euros (ahora se sostiene que fueron 40 millones) en reformar su
residencia ha ocasionado la renuncia de miles de alemanes a la religión
católica. Los órganos de prensa, en general, han publicado todo lo que ha ido
quedando al descubierto. Por ejemplo, que todos los obispos poseen un BMW, con
domicilios más que confortables, lujosos algunos de ellos, y que cobran muy
buen sueldo del Estado.
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