MÁS GUERRAS Y VIOLENCIA
Escribe
SONIA G. AUSIN
(*)
Militante ambientalista. Periodista.
Fuente “Eco Portal”
15 de octubre 2013
(*) SONIA G. AUSIN (España) Graduada en
Ciencias ambientales en la Universidad de Alcalá. Periodista . Columnista en el Diario digital
de la Universidad de Alcalá. Mantiene un Blog sobre Medio Ambiente en la Web “Periodistas-es.” Sus últimos trabajos: “ Problemática de la
degradación de tierras por actividades humanas”, “Oceano Pacifico uno de los
mayores basureros de plástico del mundo”
El
cambio climático provocará violencia. Un estudio dirigido por prestigiosas
universidades indica que el cambio climático aumentará los crímenes y las
guerras, aumentando la violencia a nivel mundial. Las consecuencias del cambio
climático serán especialmente dramáticas en las regiones menos responsables de
su aceleración. Un estudio dirigido por las universidades de Princeton,
Cambridge y California (EEUU), publicado en Science, señala que el aumento de
la temperatura favorece toda clase de violencia, ya sea personal (crímenes)
como intergrupal (guerras), e incluso puede provocar cambios
en los gobiernos y
la caída de civilizaciones enteras. El aumento de 2 ºC que se prevé en las
próximas décadas puede hacer que crezca hasta en un 50% el número de guerras
civiles. Existe un gran debate sobre la naturaleza de esta relación, pero los
resultados son llamativamente consistentes. Los científicos encontraron
patrones de conflicto similares asociados a cambios climáticos como la sequía y
el aumento de las temperaturas. Un ejemplo sería el incremento de ataques
domésticos en las últimas sequías de India, así como un aumento de los crímenes
y las violaciones en la ola de calor que azotó a EE.UU el año pasado. También
se ha identificado una relación entre el incremento de las temperaturas y los
choques étnicos en Europa, violencia policial en Holanda1 y las
guerras civiles
en África. Entre las causas, Edward Miguel, investigador de la universidad de
Cambridge y coautor del trabajo, destaca dos posibilidades: “Una puede ser la
hostilidad, ya que cuando hace más calor, la neurofisiología nos predispone más
hacia la violencia. Otra causa –continúa– puede ser económica, ya que en países
muy agrícolas, el calor o los diluvios pueden arruinar la cosecha y provocar
desesperación que desemboque en violencia”. Los investigadores advirtieron que
si bien el estudio arrojó datos importantes sobre cómo el cambio climático
pudiese influir en conflictos mundiales, también indicaron que el clima no es
la causa principal de estos enfrentamientos. Nos hallamos en un contexto de
crisis ecológica creciente que se manifiesta en el cambio climático, una
cercana crisis energética, la reducción de la biodiversidad y el deterioro o
escasez de los recursos no renovables necesarios para el sostenimiento de la
vida.
(
Nota de Sonia G Ausin )
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