DESPAGANIZACIÓN DEL PAPADO
Escribe
LEONARDO BOFF (*)
Viernes 11 de Octubre 2013
(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y
escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. n 1985, la
Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (ex Papa) le
silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de,
ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como
Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Escribió
más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le
otorgó el premio Right Livelihood
Las innovaciones en
los hábitos y en los discursos del Papa Francisco han abierto una crisis aguda
en los grupos conservadores que seguían estrictamente las
directrices de los
dos Papas anteriores. Para ellos ha sido especialmente intolerable que el papa
haya recibido en audiencia privada a uno de los iniciadores de la “condenada”
Teología de la Liberación, el peruano Gustavo Gutiérrez. Se sienten aturdidos
ante la sinceridad del Papa, al reconocer errores en la Iglesia y en sí mismo,
al denunciar el carrerismo de muchos prelados, calificando de “lepra” el
espíritu cortesano y adulador de muchos en el poder, los llamados
“vaticanocéntricos”. Lo que realmente les escandaliza es la inversión que hace,
al poner en primer lugar el amor, la misericordia, la ternura, el diálogo con
la modernidad y la tolerancia con las personas, incluso con las divorciadas y
homoafectivas, y solo después las doctrinas y disciplinas eclesiásticas. Ya se
oyen voces de los más radicales que, con referencia al Papa Francisco, hacen
para “el bien de la Iglesia” (la suya evidentemente) este tipo de peticiones:
“Señor, ilumínalo o elimínalo”. La eliminación de los papas problemáticos no es
una rareza en la larga historia del papado. Hubo un momento entre los años 900
y 1000, la llamada «era pornocrática» del papado en la que casi todos los papas
fueron envenenados o asesinados. Las críticas más frecuentes que circulan en
las redes sociales de estos grupos, históricamente anticuados y atrasados, van
en la línea de acusar al actual Papa de
estar desacralizando la figura del
papado, banalizándola y secularizándola. En realidad ellos ignoran la historia
y son rehenes de una tradición secular que tiene poco que ver con el Jesús
histórico y el estilo de vida de los Apóstoles. Pero tiene mucho que ver con la
lenta paganización y mundanización de la Iglesia al seguir el estilo de los
emperadores romanos paganos y de los príncipes renacentistas. Los actuales
hábitos imperiales, principescos y cortesanos de toda la jerarquía, de los
cardenales y de los papas se remiten especialmente al Papa Silvestre (334-335).
En su tiempo se creó una falsificación, la llamada "Donación de
Constantino", con el objetivo de fortalecer el poder papal. Según ella, el
emperador Constantino habría dado al Papa la ciudad de Roma y la parte
occidental del Imperio. Se incluía en esa “donación”, desenmascarada como falsa
por el cardenal Nicolás de Cusa (1400-1460), el uso de las insignias y la
indumentaria imperiales (púrpura), el título de Papa, el báculo de oro, la capa
sobre los hombros revestida de armiño y orlada de seda, la formación de la
corte y la residencia en palacios.
(La Reflexion de
Leonardo Boff)
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