VASALLA DE LA SOSPECHA
JUAN GELMAN (*)
Fuente “Pagina 12” Bs.
As.
24 de octubre 2013
(*)JUAN
GELMAN (Bs. As. 1930) poeta y periodista argentino. Autor de varios libros de
gran éxito. Premio Cervantes en 2007. El
escritor ecuatoriano Jorge Enrique Adoum lo ha calificado como "el mayor
poeta vivo de habla hispana". Se graduó de Quimico en la Universidad de
Buenos Aires. Uno de los fundadores del
grupo de poetas “El pan duro”. En 1966 comenzó su actividad como periodista, publicando habitualmente en
medios de América y Europa.. Estuvo exiliado en la Dictadura retorno a la
Argentina en 1988. Decidió radicarse en México, donde reside.
El
espionaje mundial que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus
siglas en inglés) practica desde hace años ha provocado duras reacciones de
países como Brasil: Las investigaciones que el jefe de la Casa Blanca ha
prometido sobre esta cuestión se esperan para las calendas griegas. Es curioso
el incremento
de la indignación oficial que se viene produciendo en países
amigos de EE.UU. como Francia. Tenues y aun remilgonas fueron las primeras
reacciones del gobierno del presidente socialista Hollande cuando se publicaron
en Der Spiegel y The Guardian documentos filtrados por Snowden que revelaban el
espionaje estadounidense a los países de la Unión Europea. Pero Le Monde dio a
conocer el lunes pasado una constancia abrumadora: “Entre los miles de
documentos sustraídos a la NSA por su ex empleado (Snowden), figura un gráfico
que describe la amplitud de la vigilancia telefónica realizada en Francia. Se
comprueba que en un período de 30 días, del 10 de diciembre de 2012 al 8 de
enero de 2013, la NSA registró 70,3 millones de datos telefónicos de los
franceses” (www.lemonde.com
, 21-10-13). Más de 2,4 millones al día. Parece que
el pueblo francés habla mucho por teléfono. El periódico galo agrega otros
detalles: “Las explicaciones de los documentos llevan a pensar que los
objetivos de la NSA conciernen tanto a personas sospechosas de estar
relacionadas con actividades terroristas como a individuos observados por su
mera pertenencia al mundo de los negocios, la política o la administración
francesa”. Al hacerse público este hecho, el tono parisiense oficial se alzó un
poquito: fue citado el embajador de EE.UU. a dar explicaciones. El ministro de
Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, dijo que no era
General Patrick Leahy |
cosa de hacerle eso a un
socio; el ministro del Interior, Manuel Valls, expresó que “si un país amigo
–un aliado– espía a Francia o a otros países europeos, es algo completamente
inaceptable”. Aceptable sería espiar a Brasil, a México, naciones apenas
latinoamericanas. Diana Feinstein encabeza el comité del Senado estadounidense
que supervisa los servicios de inteligencia y cabe reconocer que su sentido del
humor es imbatible: en una columna de opinión que publicó USA Today afirmó que
la masiva recolección de datos telefónicos –propios y ajenos– “no es
vigilancia”, sino un instrumento efectivo “para prevenir ataques terroristas
contra EE.UU. y nuestros aliados”
(
Nota de Juan Gelman en “Pagina 12” )
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