EL TRABAJO
ESTUDIANTIL FORZADO
Escribe
ADITYA CHAKRABORTTY (*)
Fuente “The Guardian”
Traducción y publicación
de
“Viento Sur”
Viernes 18 de octubre de
2013
(*) ADITYA CHAKRABORTTY. Es un editorialista en temas de economía en “The Guardian”.
Graduado en la universidad de San Hugh, Oxford, fue
antes un productor Senior de programa de la BBC y el Ten O'Clock News, y un
productor de economía de acuerdo con
Evan Davis. También ha escrito para el Financial
Times, The Telegraph y The New Statesman.
China
cuenta con un ejército de mano de obra estudiantil que fabrica productos de
Apple, consolas Playstation y otros aparatos para Occidente. Los relatos de los
jóvenes afectados son sobrecogedores. Esta semana se oirán montones de
beaterías sobre China. Cuando George Osborne (actual ministro de Hacienda del Reino Unido) y
Boris Johnson Boris Johnson (alcalde de Londres) vayan de Shanghái a Shenzhen,
soltarán el cuento de siempre sobre el comercio y la inversión y la competencia
global. De quien no hablarán es de Zhang Lintong, y eso que la historia de este
muchacho de 16 años de edad revela más sobre el aspecto humano de la relación
entre China y Occidente . En junio de 2011, Zhang y sus compañeros de clase
fueron arrancados de sus hogares familiares y enviados a una fábrica que
produce aparatos electrónicos. Los alumnos estuvieron trabajando durante seis
meses en una gigantesca planta de Foxconn en la ciudad de Shenzhen, situada en
el sur del país, a 20 horas en tren desde su casa en el centro de China. No le
dieron opción a opinar sobre el asunto, explicó a los investigadores. “A menos
que pudiéramos presentar un certificado médico del hospital municipal que
acreditara que estamos gravemente enfermos, teníamos que partir
inmediatamente.” Como estudiante de primer curso en una escuela secundaria de
formación profesional, legalmente no podían enviar a Zhang (no es su apellido
verdadero) a ninguna clase de prácticas. Además, de acuerdo con la legislación
china, las prácticas han de estar directamente relacionadas con los estudios
del alumno. Zhang estudia bellas artes y es un admirador de la obra de los
pintores
realistas rusos, y ha tenido que pasar medio año fabricando iPhones y
otros aparatos electrónicos de consumo. Hijo único de una familia campesina, lo
primero que le ocurrió a Zhang al llegar a la megafactoría fue la separación de
sus compañeros de clase, que estaban igual de perplejos que él. Los obligaron a
alojarse en diferentes dormitorios de la fábrica, entre adultos desconocidos.
Les dieron uniformes idénticos a los de los trabajadores de plantilla y les
impartieron una formación rudimentaria. Y luego estaba el trabajo: Zhang
llevaba a cabo una o dos pequeñas operaciones, una y otra vez, estando de pie
durante horas en una larguísima cadena que fabricada productos de Apple. “Es
cansado y aburrido”,
contó a los investigadores fuera de la fábrica. “Me gustaría mucho irme, pero no puedo.” Por increíble que parezca, la historia de Zhang no es única. Foxconn, principal proveedor de Apple y fabricante para muchas otras empresas de electrónica de consumo, es una de las más grandes compañías de China y una de la que más recurre a la mano de obra estudiantil. En octubre de 2010, la empresa calculó que, en aquel entonces, hasta el 15 % (es decir, 150.000) de su personal de un millón de trabajadores eran estudiantes. Al parecer, más de 28.000 estaban destinados a trabajar exclusivamente para Apple. El año pasado, desde círculos académicos se informó de que el 70 % del personal de una fábrica de cajas de cambios para Honda procedía de escuelas secundarias.
(Nota completa en “Viento
Sur” )
contó a los investigadores fuera de la fábrica. “Me gustaría mucho irme, pero no puedo.” Por increíble que parezca, la historia de Zhang no es única. Foxconn, principal proveedor de Apple y fabricante para muchas otras empresas de electrónica de consumo, es una de las más grandes compañías de China y una de la que más recurre a la mano de obra estudiantil. En octubre de 2010, la empresa calculó que, en aquel entonces, hasta el 15 % (es decir, 150.000) de su personal de un millón de trabajadores eran estudiantes. Al parecer, más de 28.000 estaban destinados a trabajar exclusivamente para Apple. El año pasado, desde círculos académicos se informó de que el 70 % del personal de una fábrica de cajas de cambios para Honda procedía de escuelas secundarias.
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