MATERIALES SÓLIDOS
Y DE PERSONAS
Escribe
LEONARDO BOFF (*)
Viernes 15 de noviembre
2013
(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo,
filósofo y escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. n
1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (ex
Papa) le silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor
de, ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como
Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Escribió
más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le
otorgó el premio Right Livelihood
Del 28
al 30 de octubre se celebró en Brasilia el 12º Festival Basura y Ciudadanía:
reciclando por un mundo mejor. Allí estaban más de mil recogedores de material
reciclable separado en los vertederos de las ciudades, venidos de todas partes
del país. He podido participar emocionado, pues acompañé durante muchos años a
los
recicladores de basura del gran vertedero de Petrópolis. Viendo aquella
multitud que llenaba una sala inmensa, abrazándose y conociéndose por primera
vez o reencontrándose, alegres y festivos, con sus ropas sencillas, en su gran
mayoría afrodescendientes, yo me preguntaba: ¿quiénes son esos? ¿de dónde
vienen? Y me pareció escuchar una voz interior, igual a la del libro del
Apocalipsis, capítulo 7,13 que dice: “Estos son los que vienen de la gran
tribulación”, los supervivientes de la dura batalla por la vida, honrados
porque valientes y victoriosos afrontaron solos, muchas veces, arduas luchas
para ganar el propio sustento y el de sus familias. En Brasil existen entre
ochocientos mil y un millón de recicladores/as de materiales sólidos y
reciclables. Con el aumento del consumo se producen muchos residuos de todo
tipo, orgánicos y sólidos como cartón, plásticos, aluminio y vidrio que son
reciclables. Se calcula que cada
brasileño produce 1 kg de basura al día
especialmente en los centros urbanos. Según el IBGE de 2008 el 50% de los
municipios (5507) tiene vertederos a cielo abierto. Allí miles de personas,
desde niños a viejos, recogen y separan lo que pueden, inclusive alimentos. Esa
actividad es altamente peligrosa, porque se pueden contraer muchas enfermedades
infecto-contagiosas. He presenciado disputas de personas con los cerdos y los
buitres, en un escenario de gran inhumanidad. Son consecuencia de la sociedad
del consumismo y del desperdicio, que no aprendió a vivir las cuatro erres:
reducir, reusar, reparar
y reciclar. La mayor deshumanidad no es ser
recicladores de basura y tener que contentarse con lo que tiran otros, sino el
estigma que acompaña a estos trabajadores, con frecuencia considerados mendigos
y vagos. Vienen, sí, de la gran tribulación brasilera. Reciclan no solo
materiales sólidos, sino personas, en la medida en que juntos construyen su
autonomía, rescatan su dignidad, se insertan en la sociedad como verdaderos
“profetas de la ecología” y ciudadanos que piensan, discuten sus problemas,
deciden luchas comunes y se hacen indispensables en el tipo de sociedad que
hemos creado. Merecen respeto, aprecio y todo el apoyo.
(Leer mas – La
Reflexion de Leonardo Boff)
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