EN EL NUEVO GRAN JUEGO
Escribe PEPE ESCOBAR (*) Fuente “Asia Times Online” Publica “Rebelión” Tradujo
Germán Leyens 27 diciembre 2013
(*)PEPE ESCOBAR - Es un
reconocido escritor, periodista y un documentado analista geopolítico Corresponsal itinerante de Asia Times y
analista político para the Real News. Ha cubierto el conflicto en Libia entre muchos otros. Autor de
Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble
Books, 2007) y Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su
último libro es Obama does Globalistan (Nimble Books).:
La gran historia de 2014 será Irán. Por cierto, la gran
historia de principios del Siglo XXI nunca dejará de ser EE.UU.-China, pero en
2014 sabremos si un acuerdo exhaustivo que trascienda el programa nuclear iraní
es factible; y en este caso la miríada de ramificaciones afectará todo lo que
está en juego en el Nuevo Gran Juego en Eurasia, incluido EE.UU.-China. Tal
como están las cosas, tenemos un acuerdo interino de los P5+1 (Los cinco
miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) con Irán,
y ningún acuerdo entre EE.UU. y Afganistán. Por lo tanto, una vez más, tenemos
Afganistán configurado como un campo de batalla entre Irán y la Casa de Saud,
parte de un juego geopolítico jugado en superdirecta desde la invasión de Irak
por EE.UU. en 2003 a lo largo de la costa norte del
Mediterráneo hasta Khorasan
y el Sur de Asia. Además existe el elemento de la paranoia saudí, extrapolando
del futuro de Afganistán la perspectiva de un Irán totalmente “rehabilitado”
que llegue a ser aceptado por las elites político/financieras occidentales.
Esto, a propósito, no tiene nada que ver con esa ficción, la “comunidad
internacional”; después de todo, Irán nunca fue excluido por los BRICS (es
decir Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el Movimiento de No-Alineados y
la mayor parte del mundo en desarrollo. Todo protagonista importante en el
gobierno de Barack Obama ha advertido al presidente afgano Hamid Karzai que o
firma un “acuerdo de seguridad” bilateral que autorice alguna alternativa a la
ocupación estadounidense o Washington retirará todas sus tropas hasta fines de
2014. El astuto títere Karzai sacará todo el provecho posible de todo esto –
como ser conseguir concesiones explícitas. Sin embargo, pase lo que pase, Irán
mantendrá, si no aumentará, su esfera de influencia en Afganistán. Esa
intersección de Asia Central y del Sur es geopolíticamente crucial para los
iraníes a fin de proyectar poder, solo en segundo lugar frente al Sudoeste de
Asia (que llamaremos “Medio Oriente”). Ciertamente debemos esperar que la Casa
de Saud utilice todo truco sucio imaginable disponible a la imaginación de
Bandar bin Sultan, alias Bandar Bush, de Arabia Saudí, para manipular a suníes
en todo Afpak [Afganistán-Pakistán] con el objetivo de, esencialmente, impedir
que Irán proyecte poder.
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