martes, 17 de diciembre de 2013

AUNQUE EL "ACUERDO" CONTIENE SIGNIFICATIVAS CONCESIONES IRANÍES...

RETORNO AL "EJE DEL MAL"

Escribe NOAM CHOMSKY (*) 
Fuente “La Jornada” de México -
Tradujo Jorge Anaya 
16 de diciembre 2013

(*) AVRAM NOAM CHOMSKY (1928) Es profesor emérito en el Departamento de Lingüística y Filosofía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Es colaborador habitual de TomDispatch y autor de numerosas obras de análisis político. El libro más reciente es “Sistemas de poder: conversaciones sobre levantamientos democráticos en el mundo y nuevos desafíos al imperio estadunidense: entrevistas con David Barsamian) Chomsky hoy reconocido como un activista e intelectual político que se caracteriza por una visión fuertemente crítica de las sociedades capitalistas.


El 24 de noviembre se anunció un acuerdo provisional sobre la política nuclear de Irán, que fija un plazo de seis meses para realizar negociaciones sustantivas. Michael Gordon, reportero de The New York Times, escribió: "Fue la primera vez en
casi una década, según funcionarios estadunidenses, en que se logra un acuerdo internacional para detener gran parte del programa nuclear iraní y revertir algunos de sus elementos". Estados Unidos no tardó en imponer severos castigos a una empresa suiza que había violado las sanciones por él impuestas. "El momento del anuncio parecía llevar en parte la intención de enviar una señal de que el gobierno de Barack Obama aún considera que Irán está sujeto a aislamiento económico", explicó Rick Gladstone en The Times. El "acuerdo sin precedente" contiene significativas concesiones iraníes, aunque nada comparable por parte de
Estados Unidos, que se limitó a restringir por un tiempo su castigo a Irán. Es fácil imaginar posibles concesiones de Washington. Para mencionar sólo una: Estados Unidos es el único país que viola directamente el Tratado de No Proliferación Nuclear (y lo que es más grave, la Carta de Naciones Unidas) al mantener su amenaza de usar la fuerza contra Irán. También podría insistir en que su cliente Israel se abstenga de esa misma severa violación al derecho internacional, que es sólo una de muchas. En el discurso dominante se considera natural que sólo Irán haga concesiones. Después de todo, Estados Unidos es el Caballero Blanco que encabeza a la comunidad internacional en sus esfuerzos por contener a Irán –al que se
Josetxo Ezcurra
considera la más grave amenaza a la paz mundial– y obligarlo a desistir de sus
agresiones, terrorismo y otros crímenes. Existe una perspectiva diferente, poco oída, que aun así merecería al menos una mención. Comienza por rechazar la afirmación estadunidense de que el acuerdo pone fin a 10 años de falta de voluntad iraní para atender esta supuesta amenza nuclear. Hace 10 años Irán ofreció resolver sus diferencias con Washington en torno al programa nuclear, junto con otros asuntos. El gobierno de George Bush rechazó airadamente la oferta y reprimió al diplomático suizo que la transmitió. Luego la Unión Europea e Irán buscaron un acuerdo según el cual Irán suspendería el enriquecimiento de uranio y la UE ofrecería seguridades de que Estados Unidos no atacaría. Como reportó Selig Harrison en el Financial Times, "la Unión, apoyada por Washington, se negó a discutir asuntos de seguridad", y el esfuerzo murió. 

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