sábado, 11 de enero de 2014

EL PECADO DE ORIGEN ES EL DE NACER EN EL ÁMBITO EQUIVOCADO, EN EL LADO DE LA DESNUDEZ BRUTAL

  LA DESIGUALDAD  
ES UNA BARBIE AUTÉNTICA

Escribe SILVANA MELO (APE) 
Fuente "ARGENPRESS Info" 
10  de enero 2014

(*) SILVANA MELO nació en Olavarría el 30 de agosto de 1961. Es periodista gráfica y radial, escritora y militante social. Tiene a su cargo la Agencia de Noticias “Pelota de Trapo” (APE). agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar  . que tiene su campo de acción en areas carenciadas y marginadas recibiendo el Primer Premio Infancia en la categoría Medio de Comunicación, instituido por la Comunidad de Madrid, España.

Cerca de la medianoche del 5 de enero (cuando ya rondaban los caminantes más desguazados por la historia, ya sin reinados ni buena estrella), una piedra hizo estallar una vidriera. Detrás, una Barbie impecable, con su rosa particular, su rubio platinado de clase, sus formas imposibles para una piba del barrio. La caja se sacudió apenas con los cristales que la agredieron. Y quedó al alcance de la mano. Trémula, al alcance de la mano. La clave está en la desigualdad. La fatalidad de
llegar desnudo, como todo el mundo, pero caer del lado de la desnudez brutal. Y no en la otra mitad. La de los algodones, el perfume sutil, la teta copiosa y la noche segura. “La recurrente manía del igualitarismo” es el título de un texto publicado en La Nación y firmado por Alberto Benegas Lynch, hijo. Lo que presupone la preexistencia de un Alberto Benegas Lynch, padre. Y toda una prosapia destinada, probablemente, a negar conceptual y fácticamente la posibilidad de construir una sociedad igualitaria que, entre los ingresos a distribuir, acopie felicidad de la buena. “La manía del igualitarismo lleva a los aparatos estatales a ocuparse de ‘redistribuir ingresos’” pero “los ingresos no se distribuyen, se ganan", dice, citando a Thomas Sowell. Ahí está la clave. Caer en un barrio de confines. Sacudido por inseguridades, diarreas, bronquiolitis y nutriciones escasas. O en la casa sólida, sin peligro de monóxido de carbono en el invierno y de velas criminales (aunque los criminales sean otros) en el verano asfixiante y sin luz. No es lo mismo empezar a caminar desde un punto de partida o desde el otro. No es lo mismo. 

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