jueves, 13 de febrero de 2014

CAPITALISMO ES LA RELIGIÓN MÁS FEROZ, IMPLACABLE E IRRACIONAL QUE HAYA EXISTIDO JAMÁS …

“DIOS NO MURIÓ. 
SE TRANSFORMÓ EN DINERO”


Escribe
GIORGIO AGAMBEN (*) 
 Fuente “TRIBUNA HISPANA Usa” 
12 de febrero 2014

(*) GIORGIO AGAMBEN (Roma, 1942) Estudió derecho, doctorándose en filosofía por la Universidad  La Sapienza de Roma. Es un filósofo italiano de renombre internacional. Se ha convertido en una referencia obligada en el campo de la filosofía política contemporánea, con una vasta obra editada con éxito. Con el filósofo Walter Benjamin han hecho una crítica muy audaz del concepto de “historia” que predomina en la sociedad moderna.

“Crisis” y “economía” no se usan hoy en día como conceptos sino como palabras de orden que sirven para imponer y obligar a aceptar.“Crisis” significa hoy ¡debes obedecer!”. Viene durando decenios y no es otra cosa que la normalidad con que funciona el capitalismo. Un funcionamiento que no tiene nada de racional. Hay que interpretar al pié de la letra la idea de Walter
Benjamin según la cual el capitalismo es ciertamente una religión.  En su nombre se celebra un culto permanente cuya liturgia es el trabajo y su objeto el dinero. Dios no ha muerto, se ha convertido en dinero. La Banca con sus grises funcionarios y sus expertos – ha ocupado el lugar de la iglesia y de sus curas y gobernando el crédito (incluso los créditos estatales, que han abdicado fácilmente su soberanía) manipula y administra la fe – la escasa e incierta fe – que aún le queda a nuestro tiempo.  Hoy estamos frente a un fenómeno nuevo que va más allá del desencanto y de la recíproca desconfianza entre los ciudadanos y el poder y que abarca todo el planeta. El nuevo orden del poder mundial se basa en un modelo de gobernabilidad que se define democrático. Que este modelo sea, desde el punto de vista del poder, más económico y funcional lo prueba el que haya sido adoptado hasta por los regímenes que hasta no hace muchos años eran dictaduras.
Es mucho más fácil manipular la opinión de la gente a través de los medios y la televisión que tener que imponer permanentemente cada decisión por medio de la violencia. Las formas políticas que conocíamos – el estado nacional, la soberanía, la participación democrática, los partidos políticos, el derecho internacional – han llegado al final de su historia. Permanecen en la vid
a como formas vacuas, pero la política actual tiene la forma de una “economía” es decir un gobierno de las cosas y de los hombres. Lo que nos resta es pensar desde el principio lo que hasta ahora hemos definido con la expresión, por otra parte poco clara, de “vida política”. Vivimos desde hace décadas en un estado de excepción, que se ha convertido en regla, como sucede en la economía, la crisis es la condición normal. El estado de excepción que debería hallarse limitado en el tiempo – es en cambio hoy el modelo normal de gobierno y esto en los mismos estados que se llaman democráticos. Los crímenes contra la humanidad cometidos durante el nazismo fueron posibles debido al hecho de que Hitler había asumido el poder y proclamado un estado de excepción que nunca fue revocado.  Se diría que hoy el Estado considera que cada ciudadano es un terrorista virtual. 

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