(*) ANTONIO FERNANDEZ VICENTE –Periodista español. Analista. Profesor de Facultad de Periodismo (Cuenca) en UCLM
El programa Entre todos, de TVE, ilustra cómo la televisión
no solamente da por sentado que estamos viviendo en una época de pobreza, sino
que la legitima. Aparecen personas corrientes desesperadas, en situaciones
económicas y sociales límite. Piden caridad y no son las institucione
s públicas
quienes les ayudarán; obvio decir que tampoco las privadas. Serán los demás
ciudadanos, los propios espectadores quienes acudan a salvar a tales indigentes
mediáticos. Las críticas han llegado a definir el programa como «telebasura
caritativa». Pero no es, ni mucho menos, una excepción en la parrila
televisiva. Lo que se da por hecho es que, en lugar de luchar por unas
circunstancias que eviten a ciudadanos pedir limosnas y perder ese terreno tan
fecundo para la autoestima que es la dignidad, sólo caben iniciativas
personales. Ocasionales. Intereses privados mediados por el espectáculo
televisivo, enmascarados como solidaridad. Y nunca en ese programa se
cuestionan las políticas deshumanizadas que, al servicio del poder financiero,
contribuyen a crear la pobreza. Tampoco en otros que mencionaremos e igualmente
sirven a solidificar un estado de cosas indigno.
"Una ayuda por favor" |
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