BRUTALMENTE ENFERMO”
Escribe ANA MUGA (*)
Periodista en Radio U de Chile.
Publica
“Rebelión”
(*) ANA
MUGA – (Antofagasta-CHILE) Periodista. América Latina en Movimiento- anamuga@gmail.com Radio U 102.5 FM Santiago. del Área de Prensa y Medios de la
Unidad de Relaciones Públicas de la Universidad Austral de Chile. Encargada de Comunicaciones de la Confederación Bancaria. Columnista en varios medios de la prensa
alternativa.
El reconocido médico psiquiatra y especialista en
neurociencias, analiza la salud mental de los chilenos a 40 años del golpe
militar y su diagnóstico es tajante: “Este es un país brutalmente enfermo”,
asegura, corroborando sus palabras con datos que muestran altas tasas de
depresión, estrés y adicción en la población, señalando que son todas
enfermedades que se han desatado luego de la imposición del
modelo neoliberal
instalado por la dictadura. Su conclusión es que en la sociedad chilena se
instaló la anomia, “que es la pérdida de la confianza en que existe un
colectivo”, un fenómeno que genera aislamiento e insensibilización. Para
iniciar esta conversación, lo primero que dice, es que no quiere hacer
“atribuciones causales”, que prefiere comenzar por los hechos, dando inicio a
una larga lista de problemas “Uno: Chile es el país que tiene la tasa de
depresión más alta del mundo. “Dos: En todos los países de la OCDE el suicidio
en niños y adolescentes, o se mantiene estable o va en disminución. Chile y
Corea del Sur son los únicos países donde el suicidio en niños y adolescentes
va en aumento. “Tres: En la última encuesta de violencia aplicada por Adimark,
3 de cada 4 niños chilenos, declara que
en su casa hay situaciones de violencia
física y/o psicológica ¿Qué pasó con los ciudadanos de este país para tener
este escenario? “Uno puede visualizar varias causas: Chile tenía una cierta
forma de funcionar y con el golpe militar se instala esto que se ha llamado
modelo neoliberal, que cambia totalmente esta forma de vida. ¿Y en qué consiste
este modelo?¿Qué significa en la práctica?, que cada chileno tiene que
arreglárselas por su cuenta y eso ha generado un sentimiento de desconfianza. La
gente siente que ya no hay nada, ni nadie, que lo pueda proteger. Si eso se
conecta con otro fenómeno propio del neoliberalismo, que es la
individualización, entonces, ya no hay sindicatos, no hay colegios
profesionales, tenemos un tejido social pobre..
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