IRAK:
YIHADISMO E INDUSTRIA
PETROLERA
Escribe THIERRY MEYSSAN (*)
Fuente “Red Voltaire”
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Armenian 23de junio 2014ر
(*) THIERRY MEYSSAN
(1957 Gironda, Francia) es un periodista y activista político francés, autor de
investigaciones sobre la extrema derecha así como sobre la Iglesia Católica,
entre otras. Escritor y analista internacional., Presidente fundador de la Red
Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política
exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa.
Mientras los medios
de prensa occidentales presentan al Emirato Islámico en Irak y el Levante como
una banda de yihadistas capaces de recitar el Corán de memoria, ese grupo
armado ha iniciado en Irak la guerra del petróleo. Con ayuda de Israel, el EIIL
ha cortado el abastecimiento de petróleo a Siria y ha hecho posible que el
gobierno local del Kurdistán pueda
robarse el petróleo de Kirkuk. La venta del
crudo de Kirkuk se concretará a través de Aramco, compañía que disfrazará el
robo haciéndolo pasar por un aumento de la producción «saudita». Según la
prensa atlantista, el Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) que acaba de
invadir el norte y el oeste de Irak es un grupo de yihadistas inspirados por su
fe que luchan con el Corán en una mano y el kalachnikov en la otra. Para
quienes han sido víctimas de sus crímenes, sobre todo en Siria, el EIIL es un
ejército privado de mercenarios provenientes del mundo entero, dirigido por
oficiales estadounidenses, franceses y sauditas, que está dividiendo la región
para que las potencias coloniales puedan controlarla. La maniobra mediática es
evidente. Se describe a los miembros del EIIL como simples creyentes armados
para evitar así que el público llegue a imaginarse los oscuros intereses
materiales que motivan su ofensiva. Si se admitiese que en realidad son
delincuentes que invocan la religión para hacer creer que Alá bendice los
crímenes que ellos cometen, la opinión pública se pondría en guardia. Mientras
vierte una lágrima de cocodrilo por los miles de víctimas iraquíes de esta
ofensiva, la prensa atlantista expresa preocupación por las consecuencias que
tendrá el nuevo conflicto para los precios del petróleo. En pocos días, el
precio del barril se elevó a 115 dólares, similar al de septiembre de 2013. Los
mercados mostraron inquietud durante los combates por la refinería de Baiji,
cerca de Tikrit. La realidad es que la producción de esa refinería está
destinada solamente al consumo local, que podría verse rápidamente ante una
situación de escasez de combustible y de electricidad. Así que el alza del
precio del petróleo no puede imputarse a la interrupción de la producción iraquí
sino al desorden que la invasión ha provocado en las entregas, pero no debe
prolongarse ya que los mercados disponen de excedentes. (…ir a la nota completa)
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