lunes, 21 de julio de 2014

ES UN “COYOTE”, QUE HA VISTO DIFERENTES TIEMPOS DE LA MIGRACIÓN, DESDE EL ÉXODO DE LOS MIGRANTES

LOS NIÑOS NO SE VAN: SE LOS LLEVAN,   
EL RELATO DE UN 
“COYOTE SALVADOREÑO”

Oscar Martinez
Escribe ÓSCAR MARTÍNEZ -  
 Periodista salvadoreño de “El Faro” 
Fuente “Tribuna Hispana USA”  
15 de Julio 2014

Estados Unidos estima que 60,000 niños del triángulo norte de Centroamérica entrarán sin papeles este año a su territorio. El presidente Obama ha declarado una crisis y ha pedido 3,700 millones de dólares para paliarla. ¿Por qué se van más niños que antes? ¿Centroamérica es ahora más violenta? ¿Hay leyes nuevas en Estados Unidos que los atraigan? La respuesta es no. Las otras respuestas las pone, entre otros, un coyote salvadoreño. El Señor Coyote es coyote desde 1979. Se jacta de ser uno de los primeros coyotes de El Salvador. De hecho, cuando empezó a coyotear no era ilegal hacerlo. Él incluso llegó a publicar anuncios de “viaje seguro a Estados Unidos” en las páginas de los periódicos, y ahí dejaba el número de su oficina en el municipio de Cuscatancingo. Es un coyote, un pollero, que ha visto los diferentes tiempos de la
migración, desde el éxodo de los migrantes que huían de la guerra y que pasaban por Tijuana hacia Los Ángeles en unas pocas horas; hasta la década de los 90, cuando empezó la construcción del muro; o los últimos 14 años, en que Los Zetas entraron al negocio y la Patrulla Fronteriza estadounidense sobrepasó los 18,000 agentes. Ha visto a miles de salvadoreños irse a la brava, sin papeles, y los sigue viendo irse. Ahora, más que todo a niños. Es la quinta vez que converso con él, y su único requisito es que no mencione su nombre. Hace un par de días le dije por teléfono que no entendía el fenómeno que ocupa titulares en periódicos y noticiarios de radio y televisión, el de la ola de niños migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador. Cerca de 52,000
centroamericanos menores de 18 años entraron a Estados Unidos sin permiso y sin compañía de adultos en 2014 hasta junio. Un promedio de 300 cada día El Señor Coyote, campechano como es, se tiró una risotada por el teléfono y contestó: “Véngase para aquí y en un ratito se lo explico”.—“Eso es fácil, en cualquier ciudad llega un niño y empiezan a contar: fulano llegó así y asá y sin fianza. Se riega esa bola, eso lo aprovecharon muchos polleros que seguían cobrando 7,000 dólares. Es un gran negocio, porque para subirlos a la frontera de México con Estados Unidos, a Reynosa, por ejemplo, están gastando, con todo y la cuota de Los Zetas, porque Los Zetas cobran su cuota sea chiquita o
grande la persona, unos 2,000 dólares. Imagine que allá en la frontera pagan unos 500 dólares a quien se los cruce. Van 2,500 dólares. Pasan al niño al otro lado, no lo tiran a caminar, en lo urbano, en la ciudad, y lo preparan bien, que diga que iba solo, que anda buscando a su mamá, a su papá. Ellos se tienen que olvidar de que iban con coyote, andan la dirección. Siempre hay alguien viendo que el niño hable con un policía, ni ahí está solo, siempre hay alguien viendo que lo agarren. Ahí está ya en manos seguras. Inmediatamente el policía lo agarra, el coyote informa a su familia: “Ya está en manos de la ley, dele tiempo”. Inmediatamente las autoridades se comunican con la madre, el niño lleva nombres y teléfonos.—Sí, hay gente que les está cobrando menos, porque ahora que ya se generalizó, la familia ya sabe que es más fácil, la gente ya no paga los 7,000 dólares. Entiendo que algunos andan cobrando 4,000 o 5,000 dólares. México ya lo tienen y ganado; y, una vez en Estados Unidos, agarrando las autoridades a los niños, ya estuvo.Tengo algunos amigos que lo que dicen es que los menores de edad son plata segura. Y así es. La mejor bendición es que los detenga un policía de cualquier rama.   

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