jueves, 17 de julio de 2014

LA MAYORÍA DE LOS GOBIERNOS PERDIERON LEGITIMIDAD. LA DEMOCRACIA SE HA CONVERTIDO EN UN DECORADO

LEGITIMIDAD PERDIDA DEL SISTEMA

Escribe XAVIER CAÑO  TAMAÑO (*) 
Fuente “Contra Linea” 
13 de Julio 2014:

(*) XAVIER CAÑO TAMAYO es periodista y escritor. Forma parte de la Agencia de Información Solidaria (AIS) es un servicio de información gratuito de la ONG. Integra el Centro de Colaboraciones Estrella digital. Especialista en temas de America Latina y Tercer Mundo; colabora en diversos medios.

Sostiene el economista chileno Max Neef que la economía neoliberal mata a más gente que todos los ejércitos del mundo juntos. Pero, además de violar el fundamental derecho a la vida, se perpetran de modo sistemático más violaciones de otros derechos. Derecho al trabajo, a salario digno, a vida digna, a vivienda adecuada, a educación, a asistencia médica, a seguro de desempleo…
Violaciones que son delitos. Pero un hipócrita doble rasero considera mayor crimen robar a una persona con una navaja que condenar a la pobreza, al hambre y a la enfermedad a cientos o miles. En 2011, Lourdes Beneria y Carmen Sarasúa definieron el crimen económico como una acción inhumana de carácter económico que causa graves sufrimientos a una población civil. Y lo asociaron al crimen contra la humanidad, que la Corte Penal Internacional define como “cualquier acto inhumano que cause graves sufrimientos o atente contra la salud mental o física de quien los sufre, cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil”. Fue entonces cuando se conoció la criminalidad de grandes empresas como Goldman Sachs Group, Lehman Brothers y bancos y aseguradoras en la gravísima crisis financiera que estalló en 2008 con terribles consecuencias para el mundo. Cinco años después la situación es peor. La pretendida respuesta a la crisis financiera se ha transformado en una auténtica ofensiva de la elite económica contra el resto de la humanidad.  En ese panorama,
documentos revelados por WikiLeaks muestran las intenciones de las grandes potencias con el Acuerdo sobre Comercio de Servicios (Tisa, por su acrónimo en inglés) que se negocia en secreto entre Estados Unidos y 50 países. Acuerdo que, de firmarse, decapitaría la capacidad de los Estados para regular, vigilar y controlar la inversión extranjera. Facilitaría el saqueo de los bienes comunes y servicios públicos por las multinacionales.  Gobiernos y voceros al servicio de las elites arguyen que ellos son la legalidad. Y aquí cabe citar a Martin Luther King cuando recordaba que lo que hizo Adolfo Hitler en Alemania era legal. Porque no es cuestión de legalidad, sino de justicia y legitimidad. Y la mayoría de los actuales gobiernos han perdido toda legitimidad. Y como la democracia se ha convertido en un decorado, en una farsa las más de las veces, la ciudadanía no sólo tiene el derecho, sino el deber de desobedecer, de rebelarse. O no lo contamos…  (...ir a la nota completa)

 

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