lunes, 4 de agosto de 2014

ELECCIONES: TANTO EN UN CASO COMO EN OTRO..... ¡EL OBJETIVO ES DERROTAR A DILMA ROUSSEFF…!

BRASIL: 
EL TERRORISMO FINANCIERO

Escribe ERIC NEPOMUCENO (*) 
Columnista de “La Jornada” 
de México 3 de agosto 2014

(*) ERIC NEPOMUCENO (Sao Paulo, 1948) es escritor, traductor y periodista. . Ha publicado libros de cuentos y de no-ficción (ensayos periodísticos y biografías).De la generación de Craciliano Ramos, Adonais Filho, Nélida Piñón, Autran Dourado, Rubem Fonseca y sobre todo Clárice Lispector y el gran Guimaraes Rosa, entre otros. Hasta 1965 estuvo relacionado con importantes medios. Se dedico a escribir y era columnista en medios prestigiosos del continente, como free lance.


A veces –ahora, por ejemplo– me pregunto dónde diablos fue a parar la famosa alegría permanente de los brasileños. En pocas ocasiones se vivió, como ahora, bajo la presión permanente de las fuentes que chorrean pesimismo. Basta con recordar qué pasó en las vísperas del Mundial de fútbol: se auguraba algo que oscilaba entre una catástrofe y un colapso, y ocurrió exactamente lo contrario: todo funcionó bien (excepto, es verdad, la selección). Ahora, el blanco del
pesimismo es otro: el escenario político y económico.  Esta semana, y por novena vez seguida, el sondeo que el Banco Central lleva a cabo junto a las instituciones financieras brasileñas indica una proyección negativa para la economía. Ahora, dicen los analistas y agentes del mercado, la previsión para el crecimiento del PIB del país en 2014 es de 0.9 por ciento. Con idéntica insistencia se golpea la tecla de la inflación. De nada sirven los datos oficiales, que en Brasil son creíbles, indicando que sí existe presión, pero que la inflación está bajo control y que cerraremos el año dentro de la meta. Cercano al tope, es verdad, pero cumpliendo. Se sabe que las instituciones financieras gastan océanos de dinero encargando sondeos electorales reservados, o sea, cuyos resultados no son divulgados a la opinión pública.  Ahora, con Dilma la campaña se extiende de manera insólita. De un lado, los medios hegemónicos de comunicación, haciendo malabarismos formidables para demostrar un caos económico, una inflación galopante, un desastre interminable en la gestión nacional. De otro, el terrorismo financiero del mercado. Resultado: tensión y pesimismo en el electorado. A todo

eso se suma algo muy grave en la escalada financiera que, en última instancia, no tiene como blanco solamente a Dilma, pues afecta a todo el país. Ahora en julio el Santander, que tiene a Brasil como su principal fuente de lucro (superando con creces a la España matriz), distribuyó a sus clientes de alta renta un análisis que dice claramente, y por escrito, lo que se rumora en el mercado financiero: si la candidatura de Dilma se estabiliza o vuelve a crecer, el escenario económico sufrirá una reversión, con alza en las tasas de interés, caída en la Bolsa de Valores y devaluación del real. El texto es de un atrevimiento inadmisible, dijo Dilma con razón. No se ocupa de prever qué pasaría en caso de que uno de los dos adversarios saliera victorioso en octubre. No se trata, pues, de un análisis del escenario económico, sino de una pieza de campaña política. De una clara muestra de hasta qué punto puede llegar el terrorismo financiero que actúa en Brasil.   (…ir a la nota completa)


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