BRASIL:
EL TERRORISMO FINANCIERO
Escribe ERIC NEPOMUCENO (*)
Columnista de “La Jornada”
de
México 3 de agosto 2014
(*) ERIC
NEPOMUCENO (Sao Paulo, 1948) es escritor, traductor
y periodista. . Ha publicado libros de cuentos y de no-ficción (ensayos
periodísticos y biografías).De la generación de Craciliano Ramos, Adonais Filho, Nélida Piñón,
Autran Dourado, Rubem Fonseca y sobre todo Clárice
Lispector y el gran Guimaraes Rosa, entre otros. Hasta 1965 estuvo relacionado
con importantes medios. Se dedico a escribir y era columnista en
medios prestigiosos del continente, como free lance.
A veces –ahora, por
ejemplo– me pregunto dónde diablos fue a parar la famosa alegría permanente de
los brasileños. En pocas ocasiones se vivió, como ahora, bajo la presión
permanente de las fuentes que chorrean pesimismo. Basta con recordar qué pasó
en las vísperas del Mundial de fútbol: se auguraba algo que oscilaba entre una
catástrofe y un colapso, y ocurrió exactamente lo contrario: todo funcionó bien
(excepto, es verdad, la selección). Ahora, el blanco del
pesimismo es otro: el
escenario político y económico. Esta
semana, y por novena vez seguida, el sondeo que el Banco Central lleva a cabo
junto a las instituciones financieras brasileñas indica una proyección negativa
para la economía. Ahora, dicen los analistas y agentes del mercado, la
previsión para el crecimiento del PIB del país en 2014 es de 0.9 por ciento.
Con idéntica insistencia se golpea la tecla de la inflación. De nada sirven los
datos oficiales, que en Brasil son creíbles, indicando que sí existe presión,
pero que la inflación está bajo control y que cerraremos el año dentro de la
meta. Cercano al tope, es verdad, pero cumpliendo. Se sabe que las
instituciones financieras gastan océanos de dinero encargando sondeos
electorales reservados, o sea, cuyos resultados no son divulgados a la opinión
pública. Ahora, con Dilma la campaña se
extiende de manera insólita. De un lado, los medios hegemónicos de
comunicación, haciendo malabarismos formidables para demostrar un caos
económico, una inflación galopante, un desastre interminable en la gestión
nacional. De otro, el terrorismo financiero del mercado. Resultado: tensión y
pesimismo en el electorado. A todo
eso se suma algo muy grave en la escalada
financiera que, en última instancia, no tiene como blanco solamente a Dilma,
pues afecta a todo el país. Ahora en julio el Santander, que tiene a Brasil
como su principal fuente de lucro (superando con creces a la España matriz),
distribuyó a sus clientes de alta renta un análisis que dice claramente, y por
escrito, lo que se rumora en el mercado financiero: si la candidatura de Dilma
se estabiliza o vuelve a crecer, el escenario económico sufrirá una reversión,
con alza en las tasas de interés, caída en la Bolsa de Valores y devaluación
del real. El texto es de un atrevimiento inadmisible, dijo Dilma con razón. No
se ocupa de prever qué pasaría en caso de que uno de los dos adversarios
saliera victorioso en octubre. No se trata, pues, de un análisis del escenario
económico, sino de una pieza de campaña política. De una clara muestra de hasta
qué punto puede llegar el terrorismo financiero que actúa en Brasil. (…ir a la nota
completa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario