BUITRES CONTRA ARGENTINA
Escribe EMIR SADER (*)
Columnista de “La Jornada”
de México 31 de Julio 2014
(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es
profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de
la Universidad do Estado do Río de
Janeiro (Uerj), miembro de CLACSO
(Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales), Reseña las consecuencias del
modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral
en el Blog de Emir Sader que es “Carta Maior”
Venció el plazo de la medianoche del día 30 de julio, y no
han llegado a un acuerdo el gobierno argentino y los fondos buitres. Así,
conforme el mismo representante del juez estadunidense que ya había fallado en
favor de los fondos buitres, Argentina ha entrado en la situación de default. No
es la visión del gobierno de Cristina Kirchner.
Argentina ha depositado, hace
un mes, el pago a 93 por ciento de los propietarios de los documentos de su
deuda renegociada, pero el juez Griesa ha bloqueado el pago, con su decisión de
que tienen prioridad los fondos buitres. Justo los que no se han sumado a la
renegociación de la deuda y que han comprado papeles sumamente devaluados.
Amparados en la decisión de ese juez, quieren ahora recibir el pago de la deuda
en su totalidad. Entre el precio que han pagado y lo que le quieren recibir, la
ganancia es de la friolera de mil 600 por ciento. Un default raro, dice el gobierno, porque
Argentina tiene los recursos e incluso ha depositado el pago del 30 de junio.
De ahí la búsqueda de definiciones sui generis. La descalificada agencia de
calificación Standard and Poor’s –la misma que consideró que en 2001 todo iba
bien en Argentina, la misma que no previó nada de la
crisis de 2008 en Estados
Unidos– dijo que el país había entrado a un default selectivo. Lo cierto es el absurdo de la situación de
que el uno por ciento de los propietarios de los documentos de la deuda
argentina se imponen al 93 por ciento y al propio país, amenazando su
soberanía. Un país que había renegociado soberanamente la deuda heredada de la
dictadura militar y del gobierno ultraneoliberal de Carlos Saúl Menem, y que
había logrado construir una arquitectura compleja para lograr que la casi
totalidad de los propietarios de los documentos de su deuda aceptaran la renegociación.
En principio nadie gana, en lo económico, con algún tipo de default, pero
pueden ganar la oposición, si logra capitalizar las incertidumbres económicas,
o Cristina Kirchner, si logra movilizar al país detrás de la defensa de su
soberanía, en contra de los fondos buitres. (…ir a la nota
completa)
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