miércoles, 20 de agosto de 2014

MENORES EN RIESGO: ¡EL MUNDO EN RIESGO!

EN ESTE MUNDO SE PRODUCE 
40% MÁS DE LO NECESARIO 
PARA NUTRIR A TODOS SUS HABITANTES. 
PERO CADA DÍA 34.000 NIÑOS 
MUEREN DE HAMBRE.

Escribe 
MARCELO COLUSSI (*) 
Fuente ARGENPRESS.info. 
18 de agosto 2014

(*) MARCELO COLUSSI- (1985- Argentina- Mar del Plata) Escritor.  De profesión Arquitecto. Es un conceptuado periodista free lance de investigación, que publica en diversos medios de la prensa alternativa del continente.  Se especializa en temáticas de vertiente sociológica, tanto en la prensa escrita, como en muchas páginas Web y del periodismo on line.


En nuestro mundo actual, donde se produce aproximadamente un 40% más de los alimentos necesarios para nutrir a toda la Humanidad, cada día 34.000 niños mueren de hambre. Pero muchísimos más, aunque con dificultades, sobreviven; claro que, a veces, a un alto costo: muchos deben trabajar a una corta edad -se calcula en más de 600 millones en todo el globo la cantidad de menores
 trabajadores, muchos de ellos sin percibir salario-. (Ante cosas así es que cabe cuestionarse cómo es aquello del “trabajo, esencia probatoria del Ser Humano”. ¿Será cierto?). Inclúyase ahí la prostitución infantil, que nos obliga a repensar si eso es un trabajo. Pero todavía estamos hablando de niños que viven bajo un techo; más grave es aún la situación para los 150 millones que viven en las calles de las grandes urbes.“Los niños primero” suele escucharse. Muy literalmente se entendió esto en la prefabricada guerra de Irán e Irak, entre 1980 y 1988, donde los párvulos iban al frente para detectar las minas enemigas, pisándolas. Pero no: los niños primero no en ese sentido sino como esperanza de algo mejor. Porque a todas luces lo actual puede -¡y debe!- ser mejor (un perrito hogareño del Norte

come más carne roja que un habitante del Tercer Mundo.....; uno de los negocios en mayor expansión es la pornografía infantil). ¿La Humanidad se volvió loca, o eso somos? Menores hambrientos, explotados, marginados; niños víctimas cuando deberían ser privilegiados; niños que mendigan, que no juegan, que no sueñan; chicos que estorban, que sobran, niños-soldados, niños que tienen ya -apenas iniciada su vida- trazado un negro destino. Sin dudas debemos mejorar mucho todavía el cuidado de los menores. Aunque legalmente se supone que todo menor está protegido por derechos constitucionales en cualquier parte del mundo, siguiendo convenciones internacionales que así lo estipulan, la cruda realidad enseña que

no son pocos los lugares donde un niño trabaja, no termina su educación académica, padece enfermedades previsibles o se cría en contextos de extrema violencia.  ¿Qué significa “menores en riesgo”? Es este un concepto amplio, más descriptivo que operativo; suele hablarse también de “circunstancias especialmente difíciles”. Caen en esta categoría desde niños que viven en zonas de guerra a los hijos de familias disfuncionales (padres alcohólicos o tóxico dependientes, por ejemplo), desde menores de barrios marginales de las grandes ciudades o que se salieron de sus hogares y viven en las calles a huérfanos por los más diversos motivo. ¿Por qué mueren de hambre tantos niños? ¿Por qué cantidades tan enormes están
condenadas a criarse en los límites de la subsistencia?: poca comida, sin agua potable, escasa o ninguna escuela o atención médica. ¿Por qué un niño puede ser regalado o vendido? ¿Acaso alguien elige trabajar a los 6 años de edad? ¿Alguien elige compartir el escaso pan con una docena de hermanos, o soportar los castigos de un padre alcoholizado? No son los niños quienes deciden la guerra. La estructura económico-social que presenta el mundo beneficia a unos pocos y condena a los más.   

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