miércoles, 20 de agosto de 2014

LA NUEVA CANDIDATA DE LA DERECHA EN BRASIL

NO IMPORTAN OBJECIONES SOBRE MARINA 
DE CRITERIOS POLÍTICOS O PERSONALES. 
COMO SIEMPRE  LA CAMPAÑA 
SE ORIENTA AL ”TODOS CONTRA DILMA”

Escribe EMIR SADER (*) 
Fuente “BLOG Público.es” España 
19 de agosto 2014

(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad  do Estado do Río de Janeiro (Uerj),  miembro de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales), Reseña las consecuencias del modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral en el Blog de Emir Sader que es “Carta Maior”


La campaña presidencial brasileña estaba aburrida. El Gobierno, coincidiendo con el comienzo del calendario electoral en televisión, presenta todos sus incuestionables logros, además de contar con la presencia constante de Lula, para tratar de ganar en la primera vuelta. La oposición ya sentía haber agotado su arsenal de instrumentos para intentar por lo
Eduardo Campos
menos ir a la segunda vuelta, con sus dos principales candidatos, sumando votos de candidatos menores, haciendo manipulaciones de las encuestas y encadenando denuncias cada vez más grotescas en contra del Gobierno. Un clima de desánimo se instauraba en la oposición, constatando que sus candidatos no ganaban vuelo para desafiar a Dilma Rousseff. El accidente que llevó a la muerte a Eduardo Campos, candidato que había salido de la esfera del Gobierno para sumarse a la oposición, plantea nuevas alternativas a la campaña. La perspectiva inmediata es que Marina Silva asuma la candidatura. Con más popularidad que Campos y con posibilidad de movilizar a una parte de los que se declaran indecisos o atraídos por votos nulos o blancos o incluso por la abstención, podría cambiar los rumbos de la disputa. La derecha, desanimada con
Marina Silva
el desempeño de sus candidatos —Aécio Neves y Eduardo Campos— y con la perspectiva de un triunfo de Dilma Rousseff en la primera vuelta, se excitó con la posibilidad de un cambio en el escenario. Inmediatamente los medios de comunicación —una dirigente del Folha de Sao Paulo en las elecciones de 2010 le definió como “partido de la oposición”— se han puesto en campaña para que Marina sea la candidata. Encuestas, declaraciones de familiares de Campos o descalificaciones de dirigentes del Partido Socialista fueron puestos en marcha para promover la candidatura de Marina. La derecha quiere que ella sea su tabla de salvación. Ya no importan las objeciones que tenían sobre ella, sea de criterios políticos, sea de idiosincrasias personales. Como siempre  la campaña se ha orientado al Todos contra Dilma. Ahora realizarán
encuestas que buscarán aprovechar el clima de duelo por la muerte de Campos para intentar invalidar cualquier alternativa que no sea la candidatura de Marina Silva, buscando redistribuir los naipes del juego. En medio de esa campaña, comienza hoy la propaganda televisiva, donde el Gobierno dispone de mucho más tiempo que la oposición, tiene logros para mostrarlos y dispone del más grande elector, Lula, para consolidar sus preferencias y eventualmente ganar otras, que podrían neutralizar los efectos de la nueva campaña de la derecha. 

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