jueves, 21 de agosto de 2014

“MONSANTO SIN MÁS CIENCIA O VALORES QUE LA GUERRA”

LA DESTACADA ACTIVISTA PUNTUALIZA   
QUE PARA LA TIERRA ES   ENVENENAMIENTO;
PARA LA GENTE, MUERTE Y DESNUTRICIÓN

Escribe
VANDANA SHIVA (*) 
Fuente “Eco Portal” 
19 de agosto 2014

 Dra. VANDANA SHIVA (INDIA) Filósofa, activista medioambiental y eco-feminista. Fundadora y directora de Navdanya Research Foundation for Science, Technology, and Ecology. Autora de numerosos libros.Ha sido asesora de gobiernos en India y en el extranjero y en el Foro Internacional sobre Globalización, la Organización de Mujeres de Entorno y Desarrollo y la Red Tercer Mundo. Ha recibido numerosos premios, incluyendo el 1993 Right Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo) y el Premio de la Paz Sydney 2010.

Lo repite una y otra vez: en un sistema en el que los gobiernos se corrompen para ayudar a las corporaciones de transgénicos a imponerse, la mejor arma es la no cooperación, la “fuerza de la verdad”. Vandana Shiva, física, filósofa y una de las más conocidas defensoras de las semillas nativas, apuesta por la conservación de las formas tradicionales de siembra pero también por la lucha
legal para detener a Monsanto, empresa a la que ubica como la más corrupta y la mayor enemiga de la ciencia. Las semillas tradicionales son “la fuente de ganancias más importante para la industria a través del sistema de patentes”, afirma Vandana Shiva, lo que es posible sólo a través de los transgénicos. Lo contrasta con el “inteligente” diseño natural: de la cosecha de alimentos se guardan semillas, que a su vez aseguran que habrá comida en el futuro. Las semillas modificadas genéticamente, por el contrario, deben comprarse cada temporada, lo que lleva a deudas y suicidios de campesinos, relata. La destacada activista puntualiza que los transgénicos, además de destruir la biodiversidad, no están destinados a la alimentación sino a usos industriales –como el biocombustible- y

a ser forraje para animales. “La alimentación nunca fue su objetivo, más que en el discurso. En realidad se trata de ganancias, ganancias y ganancias”, afirma. De las semillas nativas también hay que apreciar que están adaptadas no sólo a cada clima, sino a cada comunidad ecológica, y pueden crecer juntas como en la milpa. Los cultivos industriales, al competir entre ellos, significan que en la siembra “pierdes tu fuente de proteína, hierro o de vitaminas”; a partir de ello vienen las deficiencias en la alimentación, que la industria pretender suplir con plantas genéticamente modificadas “y entonces llega el plátano con hierro para ‘solucionarlo’. Es un ciclo de beneficios, que para la tierra es un círculo de


envenenamiento; para la gente, de muerte y desnutrición”, afirma la científica. Las semillas nativas, al contrario que las transgénicas, significan abundancia, sistemas de cultivo respetuosos con la tierra, salud y ahorro, contrasta Shiva. El sistema que permite a Monsanto imponer su ley está basado en colusión entre la industria agroquímica y el Estado, “que abandona su compromiso con la democracia y las Constituciones”. Los primeros responsables de la destrucción de la tierra y el genocidio que significa el suicidio de campesinos (agobiados por las deudas traídas por estar obligados a comprar transgénicos), son los agroquímicos y la industria de la guerra. “Los fertilizantes químicos se producen en las mismas fábricas que los explosivos”.   (…ir al informe completo)




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