LA DESTACADA ACTIVISTA PUNTUALIZA
QUE PARA LA TIERRA ES ENVENENAMIENTO;
PARA LA GENTE, MUERTE Y DESNUTRICIÓN
QUE PARA LA TIERRA ES ENVENENAMIENTO;
PARA LA GENTE, MUERTE Y DESNUTRICIÓN
Escribe
VANDANA SHIVA
(*)
Fuente “Eco Portal”
19 de agosto 2014
Dra. VANDANA SHIVA (INDIA) Filósofa,
activista medioambiental y eco-feminista. Fundadora y directora de Navdanya Research
Foundation for Science, Technology, and Ecology. Autora de numerosos libros.Ha sido asesora de
gobiernos en India y en el extranjero y en el Foro Internacional sobre
Globalización, la Organización de Mujeres de Entorno y Desarrollo y la Red
Tercer Mundo. Ha recibido numerosos premios, incluyendo el 1993 Right
Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo) y el Premio de la Paz Sydney 2010.
Lo repite una y otra vez: en un sistema en el que los
gobiernos se corrompen para ayudar a las corporaciones de transgénicos a
imponerse, la mejor arma es la no cooperación, la “fuerza de la verdad”.
Vandana Shiva, física, filósofa y una de las más conocidas defensoras de las
semillas nativas, apuesta por la conservación de las formas tradicionales de
siembra pero también por la lucha
legal para detener a Monsanto, empresa a la
que ubica como la más corrupta y la mayor enemiga de la ciencia. Las semillas
tradicionales son “la fuente de ganancias más importante para la industria a
través del sistema de patentes”, afirma Vandana Shiva, lo que es posible sólo a
través de los transgénicos. Lo contrasta con el “inteligente” diseño natural:
de la cosecha de alimentos se guardan semillas, que a su vez aseguran que habrá
comida en el futuro. Las semillas modificadas genéticamente, por el contrario,
deben comprarse cada temporada, lo que lleva a deudas y suicidios de campesinos,
relata. La destacada activista puntualiza que los transgénicos, además de
destruir la biodiversidad, no están destinados a la alimentación sino a usos
industriales –como el biocombustible- y
a ser forraje para animales. “La
alimentación nunca fue su objetivo, más que en el discurso. En realidad se
trata de ganancias, ganancias y ganancias”, afirma. De las semillas nativas
también hay que apreciar que están adaptadas no sólo a cada clima, sino a cada
comunidad ecológica, y pueden crecer juntas como en la milpa. Los cultivos
industriales, al competir entre ellos, significan que en la siembra “pierdes tu
fuente de proteína, hierro o de vitaminas”; a partir de ello vienen las
deficiencias en la alimentación, que la industria pretender suplir con plantas
genéticamente modificadas “y entonces llega el plátano con hierro para
‘solucionarlo’. Es un ciclo de beneficios, que para la tierra es un círculo de
envenenamiento; para la gente, de muerte y desnutrición”, afirma la científica.
Las semillas nativas, al contrario que las transgénicas, significan abundancia,
sistemas de cultivo respetuosos con la tierra, salud y ahorro, contrasta Shiva.
El sistema que permite a Monsanto imponer su ley está basado en colusión entre
la industria agroquímica y el Estado, “que abandona su compromiso con la democracia
y las Constituciones”. Los primeros responsables de la destrucción de la tierra
y el genocidio que significa el suicidio de campesinos (agobiados por las
deudas traídas por estar obligados a comprar transgénicos), son los
agroquímicos y la industria de la guerra. “Los fertilizantes químicos se
producen en las mismas fábricas que los explosivos”. (…ir
al informe completo)
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