¿POR QUÉ MILES DE NIÑOS
VENCIERON EL MIEDO
ATRAVESANDO LA FRONTERA
GUIADOS POR “COYOTES” ?
(*)
PELAEZ VICKY. Escritora y periodista peruana. Publica sus artículos en El
Diario de New York y en otros medios. Radicada en Nueva York escribe una
columna regular en el periódico hispano El Diario/La Prensa, uno de los diarios
más prestigiosos en español en Estados Unidos. Columnista habitual en los
principales medios alternativos del continente
LOS
NIÑOS SON EL RECURSO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO Y LA MEJOR ESPERANZA PARA EL
FUTURO (JOHN F. KENNEDY, 1917-1963). El Siglo XXI, recién en su primer decenio,
está caracterizado por una vorágine de crisis de trascendencia internacional.
Las “guerras preventivas”, “caos programado”,
“revoluciones de colores”, el
resurgimiento del neofascismo en Europa no dejan vivir en paz a la humanidad,
pero ahora, un fenómeno inusitado deja perplejo al mundo cuando entre 52.000 y
60.000 niños guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, han cruzado México para
llegar a Estados Unidos burlando todos los sofisticados sistemas de seguridad.
No se sabe cuántos se han quedado en el camino o en oscuros albergues
mexicanos, ni tampoco se conoce cuál será el destino de todos estos pequeños habitantes
de lo que se llama el “Triángulo Norte”, compuesto por Guatemala, El Salvador y
Honduras.Para entender por qué estos miles de niños y niñas vencieron el miedo
para atravesar la terrible frontera entre México y
Estados Unidos guiados por
coyotes (traficantes ilegales de personas) y desafiando grandes riesgos de
desapariciones, secuestros, explotación laboral y sexual y hasta la muerte, se
debe revisar la realidad socio económica de los tres países. En opinión del
periodista guatemalteco, Luis Figueroa, el Triángulo Norte es un “triángulo
infernal donde pululan el narcotráfico, el crimen, la extorsión y todo tipo de
fenómenos antisociales. Entonces, entre los peligros de la delincuencia, la
falta de oportunidades de trabajo y de superación, muchos patojos (término
guatemalteco para niños de clase baja y media) no ven motivo para quedarse”. Prácticamente
en todos estos tres países la violencia social sin límites quitó a sus
habitantes el derecho de vivir en paz y la inseguridad se
apoderó de la vida
cotidiana. Según datos del Informe Global de Homicidios 2013 de las Naciones
Unidas, Honduras ocupa el primer lugar en el mundo con una tasa de homicidios
de 90,4 por cada 100.000 habitantes, El Salvador está en cuarto lugar (41,2 por
cada 100.000) y Guatemala se ubica en el quinto puesto con un índice de 39,9
homicidios. El virus de la violencia se ha extendido en la región, a tal punto,
que la semana pasada en El Salvador durante una redada cayeron en manos de las
autoridades varios delincuentes entre los cuales se encontraban fiscales, policías,
jueces, y hasta un cura. Hace poco el Director de la Comisión Internacional
Contra la Impunidad en Guatemala, (CICIG)
Carlos Castañeda denunció que el 60%
del país está controlado por el narcotráfico, principalmente mexicano que
recluta a los pandilleros de la Mara 18 y de la Mara Salvatrucha (MS-13) para
asegurar este dominio. Prácticamente lo mismo pasa en Honduras y El Salvador.
La reciente investigación realizada por los periodistas del diario El Heraldo
(Honduras) ha demostrado que los ingresos de la M-13 son tantos que cuenta con
sus centros médicos para atender a sus heridos (“homis”) y que esta
organización criminal tiene en sus filas “médicos, enfermeras, abogados,
ingenieros, arquitectos y especialistas en computación”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario