ARGENTINA NO ES UN PAÍS BANANERO
COMO LO MALTRATA LA JUSTICIA DE EE. UU.
Y SUS FONDOS BUITRES DE NUEVA
YORK.
Escribe
ALFREDO
JALIFE-RAHME (*)
Columnista de Internacionales
en
“La Jornada” de Mexico
5 de septiembre 2014.
(*) ALFREDO JALIFE-RAHME- Escritor y periodista.
Profesor de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM). Especialista en relaciones internacionales. Publica
crónicas sobre política internacional en el diario “La Jornada” de Mexico, el semanario “Contralínea” y otros importantes medios del continente. Editorialista y maestro
de postgrado en geopolítica y negocios internacionales de la UNAM. Edito varios
libros de gran éxito editorial, Último publicado: “El Híbrido Mundo
Multipolar: un Enfoque Multidimensional, “(Orfila, 2010)..
El investigador británico Greg Palast
considera que Obama puede finiquitar la crisis de la deuda argentina con un
plumazo y aduce que el “presidente de Estados Unidos posee el poder
constitucional para desplumar al millonario Paul Singer, cabeza de los fondos
buitres. Hasta Martin Wolf, editor de economía del Financial Times , arremete,
con una óptima caricatura alusiva, contra los buitres
financieros (los
acreedores recalcitrantes: holdouts) y los caprichos (¡supersic!) de los jueces
estadunidenses. Martin Wolf es muy severo contra los litigantes seriados (sic)
en los que se han convertido los “tenedores de bonos argentinos quienes
rechazan aceptar un compromiso con Buenos Aires (los holdouts
recalcitrantes”). ¿La pérfida Albión, como se apoda a GB –la invasora buitre de
las islas Malvinas y hoy en medio de un referéndum definitorio por la secesión
de Escocia–, se cura en salud mediante Martin Wolf: uno de los principales
portavoces de la plaza de la City en Londres, quien defiende a Argentina en
forma asombrosa? Más allá de las argucias legaloides del polémico juez
estadunidense Thomas Griesa, presuntamente coludido con los circuitos
judiciales y sus bisagras financieristas en Nueva York –a lo que ha consagrado
su vida entera Paul Singer para atracar al prójimo valetudinario al arrancar
sentencias temerariamente perentorias–, la defensa de Argentina por Martin Wolf
es de largo alcance y pone en tela de juicio al sistema judicial financierista
anglosajón que aplasta cruelmente a la economía número 22
del planeta –la
segunda de Sudamérica y la tercera de Latinoamérica– en el ranking del PIB
global. De por sí la usura y el anatocismo son repelentes prácticas
anticivilizatorias de canibalismo financierista para el humanismo renacentista,
como lo expresó el genial Shakespeare en su obra inmortal El mercader de
Venecia. Aun en un modelo desalmado y misántropo como el de la desregulada
globalización financierista surjen dos voces lúcidas en el seno de la plaza de
la City de Londres, como Greg Palast y Martin Wolf. Ahora resulta que la
“estrategia de los holdouts opera a expensas de los otros acreedores”,
inclusive en detrimento de restructuraciones esenciales, a juicio de Martin
Wolf, quien cita las
nuevas propuestas sensibles de International Capital
Market Association (que representa a más de 400 de los principales bancos del
mundo, inversionistas y emisores de deuda), que ha diseñado un nuevo marco para
las quiebras soberanas. Greg Palast
revela que hace 30 años el pugnaz cuan
contumaz juez Thomas Griesa fue advertido en una apelación judicial de atender
la directiva de un presidente invocando sus poderes en política exterior, y
comenta que en el caso Singer, el Departamento de Estado informó al mismo juez
Griesa que el gobierno de Obama estaba de acuerdo con los argumentos legales de Argentina. Un
juez buitre de una justicia buitre al servicio de los fondos buitres. (…ir a la
nota completa)
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