"¿POR QUÉ NO HAY MÁS BANQUEROS EN LA CÁRCEL?"...
PREGUNTÓ LA
SENADORA ELIZABETH WARREN
EN UNA AUDIENCIA CON FINANCIEROS
Escribe
DAVID BROOKS (*)
Corresponsal de “La
Jornada”
de México en
Estados Unidos
15 de septiembre 2014
(*)
DAVID BROOKS (Toronto, 1961), periodista y escritor canadiense-estadounidense
especializado en política. Escribe en el New York Times y en PBS. Corresponsal
de “La Jornada” de México en EE UU. Responsable de la página editorial del Wall
Street Journal, y del Weekly Standard . Autor entre otros de:”En el Paraíso Drive: ¿Cómo vivimos
ahora” (2004), “Bobos in Paradise: La
nueva clase superior y cómo llegaron allí” (2000) y “El Animal Social” (2011),
grandes éxitos editoriales.
No es
que nadie se dé cuenta; hasta los presidentes lo confiesan, a veces. Por más de
una década parece que mucho del debate político aquí se trata de cómo están tan
descompuestas las cosas. No se cansan de decir que el sistema de migración esta
descompuesto. No niegan que el sistema financiero está
descompuesto (no podían
ocultarlo después de la crisis más grande desde la gran depresión). Que la
guerra contra las drogas no funciona, que el sistema de educación está
descompuesto, que el sistema de control de armas es disfuncional, que hasta la
manera en que se espía a todo mundo está mal (aunque no queda claro si está mal
sólo porque fue revelado, o si estaba mal desde antes); ni hablar de la salud,
el cambio climático, el sistema penal y la infraestructura del país. Uno de los
encargados de la Reserva Federal afirmó
que el mensaje a todo banquero de Wall Street es fuerte y claro: si violan la
ley, no irán a la cárcel, pero pueden acabar con un ingreso aún más alto, en
referencia al ejecutivo en jefe de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, quien, después
de negociar una multa de su empresa sobre las hipotecas que provocaron la peor
crisis financiera desde la gran depresión, recibió un incremento en su ingreso.
Millones de desempleados y millones de familias que se quedaron sin casa aún no
tienen respuestas. En otro plano, durante su campaña presidencial, el candidato
Obama declaró: nos enfrentamos a la creencia de que está bien que cabilderos
dominen nuestro gobierno, que simplemente son parte del sistema en Washington.
Pero sabemos que la influencia exagerada de los cabilderos es parte del
problema, y esta
elección es nuestra oportunidad para decir que ya no les
permitiremos obstruir nuestro camino. Cuando llegó a la presidencia, emitió una
orden ejecutiva que prohibió a los cabilderos en su gobierno. Pero después hubo
excepciones a tal extremo que, según Politico, hasta la fecha, el gobierno de
Obama ha contratado unos 70 ex cabilderos registrados que antes representaban a
corporaciones y asociaciones empresariales. En tanto, Ray Nagin, ex alcalde de
Nueva Orleáns que tuvo un perfil nacional durante el desastre del huracán
Katrina, ingresó a una prisión federal la semana pasada para iniciar su condena
de 10 años por corrupción, que incluye lavado de dinero y sobornos, por lucrar
con la reconstrucción de su ciudad. El ex gobernador republicano de Virginia,
Bob McConnell, considerado una de las estrellas nacionales de su partido y
campeón de los valores familiares y la honestidad, fue declarado culpable de
corrupción después de un largo juicio donde se comprobó que aceptó regalos de ricos
a cambio de favores políticos. Su estrategia legal de defensa fue culpar a la
loca de su esposa por todo.
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